Aviso: El presente artículo puede contener spoilers.
«En tus ojos brilla la locura«
Cuarta entrega, de seis, de la batalla que redefinirá muchos de los conceptos hasta ahora inamovibles del universo Marvel. Tras los desastrosos resultados del enfrentamiento que pudimos ver en la anterior entrega, Los Vengadores comienzan las Rounds 7 y 8 con la moral por los suelos (sobre todo un Tony Stark que carga con la culpa de haber sido, en última instancia, el responsable de la fragmentación del Fénix). No es para menos, aún con el poder del ente cósmico dividido en cinco partes, Cíclope, Magik, Namor, Coloso y Emma Frost se han convertido en unos rivales a los que sólo parece poder hacer frente la magia de la Bruja Escarlata y ésta, por mucha cara de lástima que ponga, sigue controlando muy poco sus poderes mutantes.
Más aún, si en el anterior número vimos la cara más amable de los Cinco del Fénix, ¿qué ocurrirá cuando, una vez pasada la euforia inicial, comiencen a aflorar las personalidades de cada uno? Porque el Fénix sigue siendo el Fénix, se divida en cinco o en cientos de partes (como ya ocurrió en Canción de Guerra) y conforme la trama va avanzando las dotes manipuladoras y la lujuria de la novia de Scott Summers van en aumento, el poder desenfrenado y la locura comienzan a hacer mella en Magik y Coloso, el propio Cíclope se ve cada vez más acorralado por su obsesión por el control y Namor… Namor nos va a dar una «sorpresita» en este tomo.
Por otra parte, ahora que ha pasado el ecuador de la saga, llega el momento de comenzar a recoger los frutos de lo que se plantó en números anteriores en forma de aquella misteriosa inscripción aparecida en K’Un Lun que parece hablar del destino de la niña que siempre ha estado en el centro de todo este embrollo (aunque últimamente Hope haya tratado de pasar un tanto más desapercibida) En resumen: un par de capítulos que pueden parecer de transición e in crescendo hacia el súmmum final, pero que nos desvelan unos cuantos secretos bien jugosos y que dejan más que claro que la Tierra no va a volver a ser la misma tras Los Vengadores vs. La Patrulla-X.
«Hemos convertido la Tierra en un paraíso. Ha sido una idiotez pensar que eso me incluiría a mí«
El octavo número de La Imposible Patrulla-X nos vuelve a llevar a la Londres Siniestra que se ha construido el villano homónimo a un buen puñado de kilómetros de profundidad. El anterior capítulo nos llevó de visita guiada por esta extraña urbe y sus alrededores a la par que nos revelaba parte de los oscuros planes del ex-jinete de Apocalipsis, sólo una pregunta quedaba sin respuesta: ¿Cómo atraer a las profundidades a cinco seres de puro poder? Fácil: En el mundo perfecto (¡qué bien queda aquí aquello de Brave New World!) que los Cinco del Fénix están construyendo no hay espacio para la existencia de malvados como Mr. Siniestro y, con Los Vengadores contra las cuerdas (aunque cronológicamente este número ocurre antes que los sucesos que se relatan en los capítulos de los que he hablado más arriba) quizás vaya siendo hora de borrar de la existencia a tan pernicioso estudiante de la evolución.
Así pues, ya tenemos a los contendientes, la motivación y el terreno preparados para una batalla épica. ¿Algo más? Pues sí, porque Gillen por un lado también se une a la temática de este mes de explotar los demonios interiores de los cinco mutantes poseídos a través de una conversación entre Coloso y Cyttorak que no os debéis perder por nada del mundo. Por el otro recupera a Magneto y al resto de los ex-integrantes del equipo extinción de la melancólica charla que leímos anteriormente en los cómics y sigue ahondando en sus sentimientos de impotencia que no está muy claro a dónde van a llevarnos, pero que distan mucho de solucionarse. En palabras de Magneto: «El trabajo de Mariposa consiste en proteger a gobernantes que son prácticamente invulnerables y yo he acabado como el Juan Bautista de cinco mesías«.
«Desearía saber cómo vivir«
¿Qué sucede mientras tanto en la serie del guionista estrella de la franquicia mutante? Mientras Lobezno combate a sus hermanos a lo largo y ancho del planeta Aaron no se ha olvidado de que hay un Instituto repleto de tramas abiertas y personajes cuya psicología y pasado merecen la pena explorar. Es el caso de Ave de Guerra: la «guardaespaldas» de Kid Gladiator fue creada por el guionista expresamente para Regénesis y enseguida ha cuajado, apareciendo en solitario en capítulos de X-men Legado y Astonishing X-Men, pero poco se sabía acerca del pasado del personaje. Jason aprovecha la trama con la que cerró el número anterior para contarnos de dónde proviene este personaje tan pronto frío y altivo como apasionado. Y lo hace a través de una breve disección del perfecto soldado que apenas se extiende a lo largo del primer capítulo de esta entrega.
Kitty es la protagonista de la segunda parte del tomo en un capítulo que va desde la carcajada al escalofrío siniestro con la naturalidad y la maestría que llevan el sello de este sorprendente autor. El tema vuelve a girar en torno a la corrupción del Fénix, al despertar de los deseos más ocultos de sus huéspedes. Por otra parte (y aunque en La Imposible Patrulla-X también se intuye) la radicalización y el endiosamiento de los Cinco del Fénix comienzan a cobrarse las primeras deserciones… No contaré más para reservaros la sorpresa, pero me quedo con la sensación de que, mientras que la colección principal de Los Vengadores vs. La Patrulla-X ha sufrido algún que otro altibajo en el ritmo, Lobezno y la Patrulla-X mantiene un nivel y una tensión sinceramente envidiables.
«¿Qué es lo que quieres en el fondo?«
Por su parte, la cuarta entrega de VvX: Vs nos trae este mes el primer enfrentamiento directo entre Mariposa Mental y Daredevil. La pelea, que pudiera parecer intrascendente, tiene mucha más chicha de la que aparenta. A un lado tenemos a una ninja mutante con poderes psíquicos y en el otro a un héroe con unos sentidos tan agudizados que sólo una mente entrenada podría soportar… La pelea no sólo se presenta igualada, sino que ahonda en algunos de los temas que he planteado anteriormente en el artículo. El guión cae en manos de Rick Remender (que explota con bastante inteligencia las debilidades emocionales que actualmente padece la integrante de X-Force) mientras que el dibujo es responsabilidad del aún poco conocido Brandon Peterson, quien firma algunas ilustraciones verdaderamente hermosas y de quien corren bastantes rumores de una mayor actividad en el futuro Marvel Now!
La segunda batalla es un «Juan Palomo» en toda regla por parte de Kaare Andrews que (en una de sus esporádicas colaboraciones con la Casa de las Ideas) firma tanto el guión como los dibujos de sus páginas. En ella veremos a un cada vez más furioso por su impotencia Thor plantarle cara a la casi invulnerable Emma Frost. Como el cómic no podía ser perfecto es esta parte la que más flaquea de las dos: Un hombre con un martillo golpea un cristal y una mujer envuelta en llamas es quien le devuelve los golpes.
Panini acompaña, como de costumbre, todos sus títulos de las portadas originales y alternativas (algunas sensacionales) y de los acertados comentarios de Julián M. Clemente. Ya sólo quedan dos entregas, así que ¡mucha atención con lo que está por venir!
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