«Cuando consideras el tiempo un inconveniente… es fácil que siempre llegues tarde«
No sé si lo que voy a escribir será muy popular o no, pero tengo la impresión de que de un tiempo a esta parte Jonathan Hickman ha ocupado el puesto de Brian Michael Bendis a la hora de revitalizar franquicias (lo que uno hizo con sus Nuevos Vengadores el otro lo ha hecho con los Illuminati y con la Era de Krakoa), abrirse al Multiverso (Bendis abanderó el Universo Ultimate hasta que Hickman lo cerró definitivamente con sus Secret Wars y ahora vuelve a relanzarlo) o redefinir conceptos que se encuentran en la base del funcionamiento del universo marvelita tal y como lo conocemos. Con este cambio, motivado en parte por la salida hace años de Bendis en dirección a la Distinguida Competencia (y al olvido), la Casa de las Ideas ha pasado de ir de lo pequeño hacia lo más grande para partir de la grandilocuencia para ir luego descendiendo hacia lo más pequeño. Esto, a la postre, significa cambiar toda una filosofía a la hora de preparar series, eventos, crossovers… Un cambio que sólo puede entenderse en una editorial tan proclive a hacer este tipo de apuestas como la que nos ocupa.
Ahora Panini pone en nuestras estanterías D.I.O.S.E.S. y pese a que aún tengo que terminar de digerirlo (es probable que necesite la segunda entrega de esta colección para enterarme un poco mejor) tengo la sensación de que Hickman vuelve a hacer de las suyas. Nos presenta algo enorme, complejo y magnífico que nos es complicado de procesar para luego, poco a poco, ir desgranándolo, mostrándonos como funciona cada uno de sus artilugios. Sólo que ahora Hickman se ha propuesto revisar la cosmología del Universo Marvel para, entiendo, unificarla, actualizarla y hacerla más cercana a los nuevos lectores para los que Kirby no sea más que una bolita rosa con un apetito insaciable. Que el guionista que nos ha traído maravillas como las antes mencionadas Guerras Secretas del siglo XXI vaya a lograr instalar algo permanente en la iconografía del universo de la Casa de las Ideas es algo que aún está por ver, pero no podemos negar que el comienzo ha sido estupendo.
«Por eso precisamente no soporto a la gente. Cuánto dramatismo«
Personajes carismáticos, diálogos divertidos, un gran misterio… y, entre medias, mil y un conceptos nuevos con los que el guionista pretende jugar a crear un nuevo organigrama celestial para la editorial norteamericana. Muy interesante para quienes sabemos lo que nos espera de una narración de este autor, pero quizás un poquito ‘too much‘ para quien llegue de nuevas (y eso que Hickman se ha cortado en esta ocasión bastante más que otras veces).
Al final pasará como con otras muchas de sus obras: se disfrutará mucho más en cuanto podamos hacernos con la historia completa para leerla de corrido. Pero lo cierto es que sigue siendo una gozada auténtica el acercarse a los misterios que nos propone Hickman con la misma cadencia que en Estados Unidos, con el tiempo suficiente como para hacernos una docena de preguntas entre entrega y entrega. De momento yo le daría una oportunidad a D.I.O.S.E.S., en el peor de los casos os estaréis llevando una joya dibujada con maestría por Valerio Schiti y con colores de Marte Gracia.
Deja un comentario: