Nos metemos de lleno con los capítulos cinco y seis de Beyond, saga con la que Ben Reilly, en su retorno como Spiderman, se está reencontrando con algunos villanos clásicos de Peter Parker. Un viaje por los recuerdos al que se le empiezan a ver los trucos, pero muy disfrutable.
«No te rechazaría una barrita de coco«
El Asombroso Spiderman #49 en su portada nos revela la sorpresa con la que despidió el número anterior y centra toda su atención en el «enésimo» encuentro entre Kraven y Spiderman. Entrecomillamos porque tanto el cazador como la araña son clones que nunca se habían visto las caras. Este Kraven, si lo teníais olvidado, nacía de la mente de Nick Spencer, en una saga en la que el antiguo aristócrata ruso buscaba un heredero a la altura de su legado. Así, si habéis seguido la colección desde hace tiempo, este pequeño detalle resulta bastante simpático, a pesar de que Cody Ziglar, el autor de la aventura, decida pasarlo por alto.
Las motivaciones de Kraven tienen poco fuste y están tratadas de forma bastante maniquea («¡oh, malvado capitalismo!»), pero cumplen su propósito de servir de excusa para que Kraven ponga en un brete a Ben y para que Michael Dowling nos deje con la boca abierta (¡menudas páginas se marca ilustrando las alucionaciones de Spiderman!).
Lo importante, una vez más, radica en lo que se narra por debajo. El guionista incide en la idea que ya han destapado sus compañeros en labores de guion en la serie: Beyond no es trigo limpio. Hasta el díscolo Ben Reilly empieza a plantearse si está en el equipo correcto. Y, otra vez, las últimas páginas presentan nuevos invitados que prometen enredar aún más la situación. Trucos efectistas y efectivos, aunque empiezan a ser excesivamente recurrentes. A buen seguro la portada de la próxima entrega destripará alguno de los cliffhangers con los que se despide esta entrega publicada por Panini Cómics.
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