«¿Hemos contactado con extraterrestres?«
Jean Grey. La psíquica más poderosa del planeta que fue reclutada por Charles Xavier como miembro de la Patrulla-X original. Su muerte y resurrección a finales de los 70 y la Saga del Fénix Oscuro, de 1980, se consideran dos clásicos de la biblioteca marvelita y han servido para trazar los patrones sobre el comportamiento de esta mutante (en las temporadas que ha permanecido viva) durante los últimos treinta años. En La Nueva Patrulla-X Brian Michael Bendis se propone, desde el primer número, acabar con el dogma sobre todo lo que refiere a esta pelirroja y ahora, con el primer crossover serio de esta serie, sienta definitivamente los cimientos de este cambio.
La nueva Patrulla-X #12 cierra el primer enfrentamiento del equipo contra los Purificadores. Esta breve aventura sirve para poner a este grupo en conocimiento de hasta qué punto llega el odio a los mutantes en la Tierra y para integrar en el grupo a X-23, un personaje que ha llegado de puntillas desde la aún inconclusa, en España, Vengadores Arena y que va a tener muy difícil encajar (máxime cuando ni siquiera alguna de las portadas del crossover parece recordar su presencia). El final de esta historia cuenta, además, con la estrella invitada Brent Anderson, que ya dibujara allá en el 82 al reverendo Stryker y que ahora recupera su dibujo de aquel entonces en un flashback destinado a engorilar a los nostálgicos.
«Llegamos tarde, ¿verdad?«
La pelea contra los Purificadores da paso a un simpático interludio en el que recordamos que: uno, tenemos frente a nosotros a los cinco adolescentes que fundaron la Patrulla-X en su fase más… adolescente y dos, por difícil que sea para los demás miembros del grupo encajar la idea de haber viajado en el tiempo y haber conocido a sus «yoes» futuros, nadie se enfrenta a un trauma como el de Jean Grey en su visita a la memoria de Bestia y los hechos que está teniendo que aceptar a raíz de ella.
Con esas estamos cuando se desata el drama. Unos extraterrestres, aparentemente los shi’ar, atacan la base de la Patrulla, noquean a nuestros protagonistas y se llevan consigo a Jean Grey. Sin apenas tiempo para reponerse una segunda nave desciende y de ella salen unos aliados inesperados en la misión de rescate consecuente: Los Guardianes de la Galaxia. Bendis no iba a desaprovechar la oportunidad que le brinda la dirección de tres de las series más leídas del Marvel actual y, tras juntar geográficamente hablando a la Nueva y a la Imposible Patrulla-X, ahora le toca el turno a los Guardianes de la Galaxia de aparecer como invitados (sí, sí, invitados) en la serie de los mutantes del pasado.
«¿Por qué no oigo sus pensamientos?«
Los Guardianes de la Galaxia, si no oficialmente sí de manera oficiosa, se limitan en la mayor parte de esta aventura a ejercer un papel de taxista para llevar a los jóvenes mutantes de un lugar a otro, sin apenas intervenir de manera decisiva en ninguno de los momentos importantes de la trama. Esto nos deja con cinco cómics enteramente dedicados al equipo de Kitty por uno sólo en el que se nos cuenta cuál era la situación de Peter Quill y los suyos antes de lanzarse de cabeza a Mundotrono. Esto no supone ningún drama (a no ser que tu bolsillo sólo te permita hacer una de las dos series), ni mucho menos, Bendis aprovecha la situación para ahondar en la cada vez más larga lista de enemigos que se está creando Starlord y explota, como sólo él sabe, la hilaridad que provoca Mapache Cohete y el divertidísimo ambiente por el que se ha caracterizado desde e primer número esta colección y que James Gunn buscará explotar en la gran pantalla a partir del próximo 14 de agosto.
Por parte de los mutantes, merece mucho la pena hacer un breve repaso de cómo nos llega cada uno a esta saga antes de pasar a reflexionar sobre las consecuencias de la misma sobre los futuros guiones de la serie y sobre los planes editoriales que planean sobre la Casa de las Ideas desde la finalización de este arco:
Cíclope: Trata de asumir un papel de líder que ha visto reflejado en su yo futuro y que aún no parece creerse. A este personaje Bendis le ha reservado los momentos más sentimentales de la serie y, si ya le vimos enfrentarse al hecho de su boda con Jean Grey. En esta saga le vemos acercarse cada vez más a X-23 y, además, somos testigos de un reencuentro que muchos fans del continuismo tacharían de imposible, pero que, para qué negarlo, mola mazo.
Jean Grey: Ante las dudas de Scott, Jean ha asumido el liderazgo del grupo y sólo su ausencia devuelve a Summers a su «posición natural». Desde el primer número, Bendis ha bombardeado a la pelirroja con cientos de visiones del pasado y de juicios por parte de propios y ajenos. Toda esta acumulación va a desembocar en un estallido cuyas consecuencias son una verdadera incógnita para el resto de los mortales.
Angel: Siempre ha sido el más vehemente defensor de regresar al pasado y, ahora que dicho regreso se ha demostrado imposible, está perdiendo peso en la Patrulla-X por momentos casi está a la altura de…
X-23: Como si no tuviera ya una historia trágica este personaje, los acontecimientos de Vengadores Arena la han dejado bastante más que tocada. El hombro que Cíclope la ofreciera en su primera aparición en la colección va a tener consecuencias.
Bestia: Neutral. Vivir en el futuro es una fuente de experiencias y nuevos conocimientos para Hank McCoy. ¿Volvería al pasado? Sí, pero por el momento se limita a absorber como una esponja lo que nuestra era tiene que ofrecerle.
El Hombre de Hielo: Bobby se ha convertido en la contrapartida humorística del resto de sus compañeros hasta tal punto que resulta muy difícil verle de la manera en la que nos lo presentó Jason Aaron hace un par de años. Está muy bien eso de tener de vuelta al Bobby desatado y jocoso, pero nos quedamos todos a la espera de ver si se comienza a tomar a sí mismo en serio, como ya hizo su versión adulta en Lobezno y la Patrulla-X.
Kitty: Sigue soportando la presión de tener a su cargo a cinco paradojas temporales y ahora ha de sumarle a ello el tema peliagudo de haberse unido a un supuesto terrorista mutante. Si a eso le sumamos la ruptura con Coloso y el final del rollete (no se le puede llamar de otra forma) con Bobby, da la impresión de que la pupila de Lobezno necesite bajar un poco el pistón… o desmelenarse.
«Pero sólo se me juzga a mí«
¿Y qué le supone esta saga a este variopinto grupo? Pues poca evolución vemos en la mayor parte de sus integrantes, pero en dos el salto desde este punto es muy interesante y del resto se pueden adivinar varias cosillas que no pintan nada mal:
Cíclope: El golpe de efecto que da Bendis al final de estos seis números (y que derivará en toda una nueva serie para la editorial) nos deja a todos con el culo torcido y puede significar una maduración acelerada del personaje. Y si no, tiempo al tiempo.
Jean Grey: El centro de la serie, de esta saga y de cada viñeta en la que sale un solo mechón de su cabellera roja. El salto adelante en sus poderes y en la comprensión del momento que marcó si vida pasada/futura marca un punto de inflexión en la serie. Jean Grey ya no es la muñequita asustada que se sacrificaría por todos, lleva recibidas ya muchas bofetadas por la realidad y ahora ha decidido tomar las riendas de su futuro. Fantástico.
X-23: La historia de un abrazo que no existió cuando todos lo esperábamos y que luego se ha repetido un par de veces con una intensidad sentimental creciente. A Laura Kinney se le había abierto una puerta y ahora ve cómo se cierra ante sus narices de golpe. Va a pasarle factura.
Kitty: Vuelve renovada del viaje por las estrellas pese al pánico, bastante justificado si nos ceñimos a su pasado, que puedan producirle las naves espaciales. Su papel es cada vez más de guía espiritual y menos de entrenadora.
Bobby, Angel y Bestia han bromeado, han babeado frente a la tecnología extraterrestre y/o se han retirado a un discreto segundo plano en esta saga. Queda aún mucho de lo que escarbar en cada uno de ellos.
«Quizás así alcancemos la felicidad«
Nos llevamos en limpio de esta saga a unos Guardianes de la Galaxia cada vez con menos escondites seguros en la Vía Láctea y a una Nueva Patrulla-X que no termina de recuperarse de un golpe para recibir el siguiente en la cara. Qué gran diferencia entre este juicio y el que sufrió Tony Stark en su colección, precisamente por haber matado al Fénix. No sólo nos quedamos con eso, sino que la presencia del rey de Spartax en el juicio no es nada fortuita y obedece a una serie de intereses de los que, por suerte o por desgracia, no tardaremos en ser conscientes, para sufrimiento de Peter Quill y los demás.
En definitiva. Son dos de las serie más potentes de Marvel actualmente y este crossover les ha sentado tanto a los Guardianes de la Galaxia como a la Nueva Patrulla-X de maravilla. Mola.
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