«¿Acabas de decir ‘Kapow’ en voz alta?«
Se me agotan las expresiones para referirme al fin de fiesta de estos Guardianes de la Galaxia. En Guardianes de la Galaxia #9 Mantis y Gamora se van de paseo a la Tierra y rescatan (así porque sí y sin despeinarse) el alma, cautiva en la correspondiente Gema del Infinito, de Drax. Todo para que podamos llegar al décimo número de la colección con la sensación de que algo ha cambiado para los integrantes de este equipo de cara al remate final y al (innecesario) enfrentamiento contra la armada spartoi que tiene pinta de ir a dejar (de nuevo, porque este argumento ya lo jugó Brian Michael Bendis) a Peter Quill como líder de un planeta y un imperio que no le tiene demasiado aprecio (aunque el sentimiento, la verdad, es mutuo).
Pase lo que pase, Jackson Lanzing y Collin Kelly nos van a dejar una etapa que da la impresión de estar vacía de mensaje y cometido, aunque a mí me da la impresión que esto es más bien consecuencia de no haber permitido que la saga vaya más allá de estas once grapas (y del hecho de que a estos autores les haya llegado una oferta interesante desde la Distinguida Competencia). Existe una sensación constante desde que Groot se ‘comió’ a sus colegas de que estamos avanzando a marchas forzadas (de pronto tenemos una gran comunión entre los personajes, de repente se nos desvela lo que ocurre con Mantis sin que apenas tenga relevancia en la trama del cómic en que se revela, ahora el bombazo de Drax…) para que tanto a la Casa de las Ideas como a esta pareja de guionistas les de tiempo a cerrar una trama que quedará muy bien en algún tomo recopilatorio del futuro (y que igual Panini también trae a España).
«Verás, estoy pensando en que lo hagamos al revés«
Siento que me repito, pero no me parece justo. Ni para los personajes, ni para la colección ni para, por supuesto, los lectores, que asistimos a un nuevo parón para los Guardianes de la Galaxia sin la sensación de habernos enfrentado a nada relevante. Una nueva colección que se cierra y a otra cosa mariposa. Con la pena añadida de que no volveremos a ver a Peter ni a sus amigos en una larga temporada, porque Marvel no tiene pensado ningún remiendo para la faceta cósmica de la editorial más allá del relanzamiento de Fénix y su regreso a las vidas de los mutantes… ya veremos con qué consecuencias.
Pobre remate para una serie que fue uno de los máximos exponentes de la Marvel Now! de hace ahora una década. Los tiempos ahora son diferentes y bastante más complicados, pero eso no debería justificar el maltrato que están sufriendo algunas cabeceras y personajes importantísimos para la diferenciación de esta editorial con respecto a sus principales competidores. En fin, toca apretarse el cinturón.
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