Pues como quien no quiere la cosa ya estamos en la tercera hornada de entregas de Amanecer de X y, salvo alguna decepción aislada, las sensaciones no pueden ser mejores. El skyline planteado por Jonathan Hickman (recordemos que además de escribir dos de las cabeceras de Amanecer de X [La Patrulla-X y Nuevo Mutantes] ejerce de «showrunner» del resto de la franquicia mutante) va tomando cuerpo a pasos agigantados, tocando todos los puntos del universo Marvel, desde las aventuras espaciales, las historias de componente más político o las que, como esta, abrazan el espectro mágico de la editorial. Y si bien el camino de cada una de las series se va definiendo con claridad, no es menos cierto que las conexiones siguen estando ahí y en el momento menos pensado cualquiera de ellas puede tomar el protagonismo.
«No somos una trampa; solo una distracción»
Eso se hace evidente en Excalibur #3 con la participación de la mismísima corona británica; a fin de cuentas la Capitana Britania le debe lealtad a su Graciosa Majestad. Y si atendemos a cómo se está moviendo la escena política en La Patrulla-X y en Merodeadores, no es descabellado pensar que ante cualquier inevitable fricción entre Krakoa y el resto del mundo ponga en un compromiso a los británicos o a los miembros de Excalibur, sobre todo a Betsy Braddock, quien aunque ha tomado el título de defensora y representante de la corona en Otromundo por obligación, le está cogiendo muy bien el pulso a su nuevo cargo. Así, sea Excalibur o el gobierno británico, Tini Howard ha concebido una interesante variable que, bien llevada, puede ofrecer muchas y muy diferentes posibilidades ya no solo en el entorno mutante, sino en la escena principal del universo Marvel.
A pesar del marcado compomente estratégico del cuaderno, la autora no descuida la naturaleza primordial de la colección: la mágica. En este sentido, Excalibur #3 supone un punto de inflexión que marca el principio del fin del primer arco argumental de la colección. Los planes de Apocalipsis salen a la luz y se revela el misterio en torno al delicado estado de Pícara. En el mundo mágico son tan importantes los hechizos y rituales como las reliquias y fuentes de poder, y Howard lleva a sus personajes en busca de estos. No solo está construyendo el pilar mágico o esotérico de la Patrulla-X, sino que lo está dotando de su propia historia y leyendas. Poco a poco Excalibur está haciéndose notar, ganándose un hueco entre nuestras colecciones favoritas de este Amanecer de X.
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