«Los superhéroes cuentan chistes«
Cuando hace ya casi diez años Marvel quiso revolucionar a Vengadores y mutantes, enfrentaron a los primeros con la Fuerza Fénix (concepto clave de los segundos) y esto ocasionó Los Vengadores vs. La Patrulla-X, primero, y la brillante etapa de Marvel Now! después. Del mismo modo, Brian Michael Bendis actualizó a los personajes de Tony Stark y Victor von Muerte haciendo que sus caminos y sus, en apariencia inconexos, mundos se entrelazaran, lo que vendría a promocionar la posibilidad del un dirigente de Latveria que es capaz de hacer otras cosas aparte de aplastar a los Cuatro Fantásticos o secuestrar a la Bruja Escarlata. Ahora, enfrascado en una profunda renovación de la colección, Al Ewing enfrenta a los Guardianes de la Galaxia contra Dormammu, un enemigo clásico (quizás el más clásico) del Doctor Extraño y no nos puede parecer más apropiado.
Parte de la culpa la tiene el Universo Cinemático Marvel. Cuando conocimos al villano al final de la primera película protagonizada por Benedict Cumberbatch, más que un ser de magia se nos antojó como una gigantesca deidad tratando de acceder a nuestro plano de existencia para consumirlo. Cierto que era Stephen Strange quien lo derrotaba entonces (bueno, básicamente lo chantajeaba), pero en ningún momento dio la impresión de ser un enemigo con exclusiva predilección por los practicantes de las artes oscuras. La aparición del concepto del multiverso en la versión cinematográfica de la Casa de las Ideas abre, además, la posibilidad para el regreso del personaje y hemos de estar preparados para que su amenaza se extienda no sólo a los magos y brujas marvelitas, sino a cualquier otro ser superpoderoso que haya decidido proteger nuestra realidad.
«Somos la familia real. Dos monarcas superpoderosos de dos imperios aliados«
Aniquilación Final se convierte en el siguiente ‘falso crossover‘ de la lista de esta nueva Marvel que parece haberse desprendido de los grandes eventos comiqueros. En tan sólo tres números (éste, S.W.O.R.D. #7 y el número del mes que viene de Guardianes de la Galaxia) más un compendio habremos finiqitado la trama, pero la historia le servirá a Ewing para demostrar de qué pasta están hechos estos nuevos Guardianes y para abrir nuestro apetito ante el vasto universo de posibilidades que se nos presentan en torno a las amenazas que van a tener que enfrentar esta suerte de Vengadores interestelares que el aún guionista de El Inmortal Hulk nos pretende vender.
El minievento, además, se nutre de lo vivido en Imperio y sigue desarrollando las mecánicas internas de la alianza kree-skrull, que (ahora sí) comienza a parecer un único macroimperio en lugar de las ruinas de dos especies castigadas por la guerra y unidas bajo el mando de un rey marioneta. Hulkling está demostrando saber comportarse como un verdadero rey y su funcionamiento y química con Wiccan no hace sino mejorar y evolucionar desde que comenzáramos a leer sobre ellos en aquella primera versión de los Jóvenes Vengadores que siguió a la Dinastía de M de Bendis.
Ni este número ni lo que leemos en la serie mutante en manos del mismo guionista nos alcanzan a iluminar sobre cómo se va a solucionar este conflicto, pero queda claro que Ewing se está divirtiendo con la Marvel de las estrellas. Y eso nos beneficia bastante a quienes seguimos sus colecciones.
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