Nos vamos de visita al Antiguo Egipto. Al desplazado en el tiempo Hank McCoy sigue sin quedarle claro que con la magia no se debe jugar, que es muy peligrosa. Así, como ya hemos visto en más de una ocasión, sus escarceos con esta tienden a poner en un membrete a sus compañeros. Aunque, en honor a la verdad, en esta ocasión la culpa no es suya sino de Evan y su curiosidad. El joven clon de Apocalipsis decide probarse la máscara de Horus que Extraño regaló a Hank y ambos acaban en un tiempo anterior a la aparición del temible villano mutante. Esto es lo que nos depara en La Nueva Patrulla-X #41-43 (Panini Cómics), en una aventura que funciona a la perfección como relato independiente (aspecto reseñable para los lectores casuales).

Dennis Hopeless, apoyado en el dibujo por Mark Bagley lleva a nuestros desventurados héroes a un entorno hostil y desconocido, en el que tendrán que hacer frente a sus temores y luchar por salvar la vida. El guionista pone el foco en Evan, a quien -como ya hiciera con personajes como Cíclope- lo pone frente a frente con su destino. Un destino del que reniega y contra el que pondrá todo su empeño.

En esta etapa de la Nueva Patrulla-X la atención se ha centrado en el autodescubrimiento de los chicos. El peso del legado es muy oscuro y dramático en todos ellos. Para algunos, como Evan, insoportable. Están en continua lucha contra sí mismos, contra la idea de ellos (de sus yo futuros) que tienen sus aliados y enemigos; luchan -quién sabe si inútilmente- contra la idea de que el pasado (su futuro) está escrito. En su mano está dar respuesta a «¿y si…?», pero fuerzas externas que les superan en muchas ocasiones no les ponen las cosas fáciles.

Quizás algunas de las aventuras de esta etapa no terminen de lucir como deberían, quedándose más en la anécdota (como en el caso que nos ocupa), pero eso no debería deslucir el interesantísimo conflicto que se plantea de fondo. Por muchos poderes que tengan, seguimos hablando de adolescentes que intentan encontrar su lugar en el mundo, que se encuentran en un periodo de enorme incertidumbre -el paso de la adolescencia a la edad adulta-, y en el que deben superar las expectativas depositadas en ellos y buscar su propio camino. Y ahí es donde radica la clave de esta colección, que habla de problemas con los que cualquier joven puede identificarse.