Es tiempo de decisiones para la Patrulla-X, de respetar el camino tomado hasta ahora o buscar un cambio de rumbo. Los mutantes se enfrentan a una encrucijada que marcará el devenir de La Nueva Patrulla-X de Jean Grey (en este tiempo ella se ha alzado como la líder del equipo) y la Imposible Patrulla-X de Cíclope. Fiel a su estilo, Brian Michael Bendis nos muestra este punto de inflexión desde dos puntos de vista distintos (de ahí la preocupación de Panini por avisarnos del orden de lectura para evitar spoilers: primero La Nueva Patrulla y después La Imposible Patrulla). Y como no queremos llevar la contraria a los editores, en esta reseña vamos a seguir el mismo orden.
Así, en primer lugar nos encontramos en un Instituto Jean Grey en el que las aguas siempre parecen estar revueltas. Más aún desde que La Bestia jugueteara con el espacio–tiempo para traerse al presente a la imberbe Patrulla-X original. Esta casa de locos llamada instituto es testigo ahora del tenso encuentro entre el profesorado (Logan a la cabeza) y los mutantes renegados de Scott. Bendis nos ofrece un capítulo doble en el que la acción pasa a un segundo plano (algún conato de violencia cuando algunos no aceptan los argumentos de los otros) y la atención se centra en la oferta que les hace Scott Summers a alumnos y profesores del centro educativo.
Entre tanto, Mística sigue reuniendo un nuevo grupo de aliados para alterar, aún más si cabe, un mundo que se debate entre el odio y el temor hacia el homo superior.
El segundo capítulo de este número doble inicia un nuevo arco (Fuera de Lugar), muy interesante en cuanto aborda las consecuencias de la «pacífica» reunión entre los antiguos pupilos de Xavier y profundiza en la psique de una Jean Grey que, como bien define el título, está fuera de lugar. El peso del futuro se cierne sobre ella y el conocimiento de lo que les espera a ella y sus amigos la vuelve impredecible. Sin lugar a dudas Jean Grey es la gran protagonista de esta nueva etapa en el cosmos mutante.
«No hemos venido en busca de pelea«
El número #15 de La Imposible Patrulla-X es un fiel reflejo de su serie hermana. El primer capítulo nos muestra el mismo tenso encuentro entre los pupilos de Logan y los fieles al (perturbado) Scott, pero desde la perspectiva del grupo rebelde, sobre todo desde el punto de vista de Emma Frost (es muy útil eso de hablar telepáticamente para poder superponer conversaciones, ¿no?) Las primeras páginas de esta entrega no hacen más que completar la información que nos ofrece La Nueva Patrulla-X mientras le proporcionan a la Reina Blanca vestida de negro datos bastante más que útiles sobre las instalaciones de Lobezno… No quiero ni pensar para qué los utilizará.
El capítulo cuenta con una impresionante portada de Tim Townsend (la podéis ver a la derecha) y es el último que es ilustrado por Chris Bachalo, ya sabemos todos lo mucho que disfruta Marvel haciendo bailar a sus dibujantes. En el segundo, inicio de una nueva saga, entra en escena Frazer Irving, un artista que se atreve a ponerle una sonrisa amistosa al propio Scott y que le viene como anillo al dedo al enemigo que tendrán que hacer frente los mutantes en los números que se avecinan.
Y es que el segundo capítulo, aparte de jugar al quién es quién con los nuevos fichajes de la Nueva Escuela Charles Xavier, pone en el punto de mira a uno de los personajes más polémicos de los últimos años en esta cabecera. Magik ha ido viendo como sus poderes crecían más y más y ahora ha llegado el momento de saber por qué y qué precio se ha de pagar cuando juegas con poderes que están más allá del entendimiento humano (o metahumano). El enemigo resulta sorprendente (aunque tenga muchísima lógica dado su objetivo) y sólo podemos conjeturar cómo van a salir parados los mutantes de Summers de esta aventura. Pero una cosa parece clara: para bien o para mal los Cinco del Fénix van a tener que renovarse o morir… Y nunca mejor dicho.
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