Con el presente tomo -¡siete ya! (ocho si contamos la aventura espacial Vórtice Negro)- concluye la etapa de Brian Michael Bendis al frente del destino de la Patrulla-X. Una empresa harto complicada que venía de las consecuencias del fatal choque entre Vengadores y Patrulla-X que acabó con la vida de Charles Xavier, y que dio comienzo de la forma más sorprendete posible: con la llegada de los Cinco Originales a nuestros días. Pero Bendis no solo no se echó atrás, sino que abrazó el encargo con fuerza, cargando el solo con las que serían las dos colecciones principales de la franquicia: La Nueva Patrulla-X y La Imposible Patrulla-X y uniendo en varias ocasiones el camino de estas con Guardianes de la Galaxia (en dos ocasiones) o Ultimate Spiderman, también escritas por él. Este Omega (publicado por Panini Cómics) viene a poner un punto y final en la historia editorial de la Patrulla-X pues, tras la salida de Bendis, las cosas nunca volvieron a ser lo mismo y salvo excepciones como El Viejo Logan de Jeff Lemire o La Patrulla-X Azul de Cullen Bunn, pocas aventuras mutantes llegaron a tener cierto calado hasta el Amanecer de X de Jonathan Hickman.

«Al final, has perdido el juicio, Scott Summers«

Brian Michael Bendis, por boca de Scott Summers, prometió una revolución que ha terminado concretándose de la forma más sorprendente e impactante posible. El autor finaliza su etapa por todo lo alto con un volumen que recoge el «cruce» de los mutantes con Pecado Original y el final de La Nueva Patrulla-X y La Imposible Patrulla-X con él al frente. El pecado original de la Patrulla le sirve al autor para traer de vuelta (no de forma literal) a Charles Xavier de cuyo legado vuelven a salir (otra vez) algunos cadáveres que nadie esperaba. Nada nuevo bajo el sol, pero es la excusa perfecta para que Bendis cumpla con la directiva editorial (armar un tie-in respecto al evento de la temporada) y seguir adelante con sus propios planes. El resultado es muy satisfactorio, pues permite a Cíclope poner algunas cosas en perspectiva respecto a lo que ha venido haciendo en los últimos tiempos y les da a todos la oportunidad de llorar y asumir (ahora sí) la pérdida de su mentor.

En su despedida el guionista deja algunos regalos a sus sucesores (en especial el «descubrimiento» de Bobby o la salida de Jean Grey del equipo) y cierra algunas de las tramas en las que venía trabajando, como la recolocación de Dazzler en el entorno mutante tras su careo con Mística. Así mismo abre nuevas vías para personajes como Eva Bell (uno de los mayores descubrimientos de su etapa… quizás algo desaprovechada en ocasiones) y nos recuerda que es el arquitecto de otras cabeceras para que no le perdamos la pista (Kitty se quedaría con él en Guardianes de la Galaxia). Mucha información y poco tiempo.

La Imposible Patrulla-X #35

En este sentido, mientras que lo referente a La Imposible Patrulla-X tiene un final a la altura de las expectativas (y no se nos ocurre un final mejor para el global de la etapa), aún cuando el guionista no se resiste a dejar de jugar y siembra una semillita de pesadumbre a modo de epílogo, en lo que se refiere a La Nueva Patrulla-X el final parece quedarse a medio gas; quizás sabiendo que la aventura de los Cinco Originales iba a seguir sin él, o porque se había quedado sin tiempo, no deja una sensación de cierre evidente y simplemente deja que las cosas sigan fluyendo por la inercia de los acontecimientos. Aún así, nada que enturbie la idea global del volumen. Donde sí, por el contrario, hay una pequeña mancha palpable, que en la lectura en grapa podría pasar desapercibida, es la falta de contexto e información respecto a la desaparición de Logan en los últimos capítulos. Quien no esté al tanto del devenir de los hechos a nivel general en el cosmos mutante y solo lea los tomos de Brian Michael Bendis descubrirá de una página a otra que Lobezno está muerto, pero no se da ninguna información al respecto. El autor podría -debía- haber tocado el tema con algo más de profundidad u obviarlo por completo (puesto que no reviste ninguna importancia para su aventura), pero no soltar la bomba sin más. O, en su defecto, Julián Clemente podría haber puesto algo de contexto en el artículo que abre el volumen en lugar de centrar este, prácticamente en un 75%, en hablar del cruce con Pecado Original. Una pequeña mancha por poner un pequeño pero a un cómic que nos ha hecho disfrutar horas y horas con lo mejor de la Patrulla-X.