Lobezno #20 (#126): Destino de X

Lobezno #20. Destino de X: Rica chuchería

Lobezno #20 (#126): Destino de X«Soy Lobezno y soy el mejor en mi trabajo«

 

Por circunstancias de la vida (boda, viaje, enfermedad, huracán… elegid la que más os guste) me he visto temporalmente separado del mundo de los cómics (un descanso tampoco viene mal de cuando en cuando) y a mi regreso me he lanzado antes a por las colecciones alejadas de la esfera mutante que a todo el tema del Destino de X. Es lo que tiene crear un universo tan rico y tan denso alrededor de los hombres y mujeres X, que entrar a él cuando se ha estado un tiempo fuera puede resultar… extenuante. Precisamente por ello, y por el hecho de que ni tan siquiera me paré a mirar quién firmaba este Lobezno #20 (#126): Destino de X, he gozado con la última entrega de las aventuras del mutante de las garras de adamántium como un enano. Porque esta entrega, la primera de las dos del mismo mes, aparece como un paréntesis en la historia, pero profundamente enlazada con la misma y porque nos cuenta una aventura suelta de Logan contra los tipos de IMA en un cómic que vio la luz originalmente en formato digital (a través de Marvel Unlimited) y que ahora Panini rescata para su versión en grapa.

 

Y por una vez, y todavía sin mirar quién demonios ha escrito esto, he de decir que me encanta lo que leo. Es una aventura más o menos sencilla, sin grandes giros de guión ni profundos misterios ni dramas terribles. Es Lobezno sacando las cuchillas en el espacio exterior y amedrentando a sus enemigos al tiempo que nos arranca a los lectores alguna que otra sonrisa. Es el protagonista de este cómic haciendo lo que mejor se le da, huyendo de complicaciones y sabiendo que éstas, tarde o temprano, sabrán cómo encontrarle. Es, en definitiva, un cómic muy agradecido de leer, de esos que vienen tan bien para cerrar un mal día o huir del frío de la calle que ahora nos persigue.

 

«Que te den, escoria mutante asesina«

 

Y es entonces cuando uno cae en que es Jonathan Hickman el tipo que ha escrito esta delicia. Y es también entonces cuando uno se ver obligado a retroceder y leer con algo más de atención lo que en la primera lectura parecieron pequeños detalles sin importancia. Pero la cosa queda ahí, en el hecho de que, sin conocer de quién era este cómic lo he disfrutado porque estaba condenadamente bien escrito. Porque era una aventura más de Lobezno, pero daba gusto seguirla, seguirle a él, y ver hacia dónde nos conducía. Esto, en parte, define a los grandes guionistas: no es su nombre lo que debería vender los cómics que lees, sino su estupendo trabajo cada vez que le hincas el diente a una de sus historias.

 

Lobezno #20 (#126): Destino de X

Lobezno #20 (#126): Destino de X

 

Y, claro, lo que aquí acontece tendrá consecuencias (Hickman no sabe dejar aventuras sin más cuando tiene tanto por contar), pero eso lo leeremos más adelante. Por lo pronto ya me han entrado ganas de nuevo de ponerme al día con Destino de X. Sólo he necesitado de un par de frases ingeniosas, una narrativa visual atractiva (tremendo Declan Shalvey), seis garras afiladas y un par de decalitros de sangre de subordinado. Un simpático aperitivo o una rica chuchería antes de volver de nuevo sobre los importantes acontecimientos que redefinirán el futuro de los mutantes marvelitas.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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