Lobezno #32 (#138): Destino de X

Lobezno #32 (#138). Destino de X: Consecuencias

Lobezno #32 (#138): Destino de X«¿Deberíamos permitir que nuestra arma definitiva se marchara sin más?«

 

Vale, ya hemos cosido a Bestia a puñaladas. ¿Y ahora qué? Lobezno #32 (#138): Destino de X se dedica a explorar las consecuencias directas de la muerte de Bestia en el anterior número. Las últimas páginas de aquél nos dejaban con el interrogante que suponía un nuevo Bestia saliendo de una granja de clones suyos con cara de pocos amigos y en esta entrega seguimos por donde el anterior terminó. Hank McCoy ha hecho un buen puñado de copias de sí mismo ‘por si las moscas’ y ahora las despierta al tiempo que coge toda la base de X-Force y se la lleva caminando por el fondo del océano Atlántico. Asistimos, pues, al final del giro hacia la villanía del otrora peluche azul. Porque por más que se repita que sus intenciones son noble, el total abandono de la moralidad que hemos visto en los cómics que nos ha traído mes a mes Panini nos sugiere a las muy claras que aquello de que ‘el fin justifica los medios’ no aplica cuando los medios consisten en asesinar a diestro y siniestro y matar, domesticar (y ahora parece que clonar) a uno de tus más antiguos amigos.

 

Lo más gracioso de todo esto es que el propio Bestia nos vende su paso al ‘lado oscuro’ como una reacción desprovista de emociones, sólo movida por el resultado de poner en una balanza el statu quo anterior contra lo que sea que tiene pensado hacer ahora. Pero resulta imposible tragárselo, sobre todo cuando sus continuos errores y chapuzas son los que han permitido que sus compañeros lo terminen cazando y cuando parte del trabajo de X-Force se ha centrado en limpiar las cagadas de su jefe en estados vecinos. No hay una cabeza fría ahí pensando, sino más bien el pobre Bestia de siempre, al que tanta punta sacara Brian Michael Bendis con su Nueva Patrulla-X, improvisando sobre la marcha para tratar de no fallar en una misión que siente demasiado grande para sí mismo.

 

«Lo sensato sería no buscarme. Ni tratar de entrometerse en mi trabajo«

 

Ocurre que el salto que ha dado ahora, por mediación de Benjamin Percy y Juan José RYP, es uno de esos puntos de no retorno de los que un personaje sólo puede salvarse estirando la pata. Las decisiones que le vemos tomar en estas entregas son tan extremas, tan fuera de lugar y tan contrarias a la ley mutante que él mismo se va a convertir en un proscrito para su propia raza… y para cualquier otra raza sobre la faz de la Tierra. Porque dime tú quién va a querer tras sus fronteras a la criatura traicionera, desalmada y siniestra en la que se ha convertido este personaje de la Casa de las Ideas.

 

Lobezno #32 (#138): Destino de X

Lobezno #32 (#138): Destino de X

 

Lo vemos a lo largo de este número. A los hechos que leíamos en Patrulla-X #21 (#143): Destino de X y que nos van acercando cada vez más a la Caída de X se unen los sucesos de esta entrega de la colección que publica Panini en nuestro país. Si Bestia se está moviendo sólo por el bien mayor de los mutantes a largo plazo, lo que ocurre con cierto submarino a mitad de esta entrega nos lo va a tener que explicar muy bien, porque lo que leemos en este cómic es una máquina de fabricarse enemigos, no aliados, que es lo que más va a echar en falta cualquier hombre y mujer X de aquí a unos meses.

 

Lo que quiero decir con todo esto es, por si no lo dejo entrever, que Lobezno está siendo la cabecera mutante que con más ganas leo cada mes desde hace ya algún tiempo. Los aficionados a los mutantes llevamos con una bastante aceptable época desde Dinastía y Potencias de X y responsables de ello son en gran parte guionistas como Percy, que llevan desde el principio brindando series de muy alto nivel.

Acerca de RJ Prous

Avatar de RJ Prous

En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

Deja un comentario:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados