Dentro de su línea Marvel Gold, Panini Comcis sigue editando la etapa clásica de Los Defensores, el no-grupo más loco y atípico de la Casa de las Ideas, con Hulk, Doctor Extraño, Halcón Nocturno (personaje surgido como trasunto de Batman) y Valkiria como miembros fundamentales del mismo.
Con este ya séptimo tomo de la colección (hay que incluir el denominado «Origen» que recopila las primeras apariciones de los personajes, aunque no resulta imprescindible más que por completismo, y el llamado «Vengadores Cósmicos», que aún apareciendo bajo la cabecera de Guardianes de la Galaxia, recopila números de Los Defensores y continúa su historia), se cierra una etapa por la que pasaron guionistas como Roy Thomas, Len Wein o Steve Gerber, absoluto protagonista de esta etapa (que recopila los números #30-41 y un especial con Howard el Pato).
Los Defensores suponen una lectura ideal para todo aquel lector interesado por sumergirse en la Marvel clásica pero al que los años de historias que pesan sobre grupos como Vengadores o Patrulla-X se le les puede hacer cuesta arriba. Su condición de «outsiders», de grupo alejado de los grandes eventos editoriales, que viven sus aventuras al margen de los primeras espadas de la compañía, los convierte en el grupo ideal para un primer acercamiento a estos imaginativos años 60-70. En lo que respecta a este tomo en concreto, tampoco es esencial (aunque sí recomendable) tener un amplio conocimiento de las aventuras previas del no-grupo. El artículo introductorio ayuda mucho a contextualizar los acontecimientos y los cuadros de texto explicativos de la época, aunque para el lector de hoy pueden resultar anticuados y un tanto cargantes, ralentizando el ritmo narrativo, son extremadamente útiles para meterse de lleno en la historia y no perder el hilo de lo que sucede en las viñetas.
Si además nos gustan las tramas en las que cualquier cosa es posible, donde la fantasía, el humor absurdo y los elementos más propios de la ciencia ficción desatada de aquellos años tienen cabida, Los Defensores es la lectura perfecta. En este volumen, además, al núcleo duro de personajes se juntan algunos «invitados especiales» como Power Man o Howard el Pato, en un especial escrito por Steve Gerber, padre de la criatura.
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