Los Defensores

Los Defensores #2-3: Los universos de Al Ewing

¡Qué interesante se está poniendo esto! Con un argumento que sigue sin dejarnos ver las verdaderas intenciones de Máscara de la Eternidad (el personaje que ha hecho de detonante de esta aventura de los renovados pero familiares Defensores), la miniserie publicada por Panini Cómics se está pareciendo cada vez más a una suerte de complemento de Historia del Universo Marvel. No tanto por la participación de Javier Rodríguez (aunque ayuda a dirigir la mirada en esa dirección), sino por la propuesta de Al Ewing de mostrarnos los universos que precedieron al Universo Marvel.

 

«Los Defensores no somos un equipo, ¡sino un conjuro viviente!«

 

En este sentido estaríamos ante un atisbo de la «Historia de los universos del Universo Marvel» o algo así. Como aprendimos en Estela Plateada de Dan Slott o en Ultimates del propio Ewing (¡ojalá los veamos pronto recopilados!), el Universo Marvel actual nació a partir del fin de un universo anterior que nos legó a un hombre que nuestros héroes conocerían como una de las entidades del universo: Galactus. Pero aquel universo anterior también nació de otro y también tuvo sus constantes en forma de entidades como el Devorador de Mundos… y así sucesivamente hasta conformar un total de siete unviersos (ocho si contabilizamos el surgido de las Secret Wars de Jonathan Hickman).

 

Los Defensores

 

Parece muy confuso, pero nada más lejos de la realidad. A poco que se haga una lectura activa de las grapas que nos ocupan, tendremos una idea general de la situación y de las normas (o falta de ellas) que rigen el viaje temporal (a una escala que ni Kang atisba a imaginar) de Los Defensores de Stephen Extraño. Al Ewing y Javier Rodríguez plantan muchos conceptos e ideas originales en las páginas de esta colección, pero no pierden de vista que no todos los lectores somos tan eruditos como ellos en la cronología Marvel y presentan una historia que -hasta el momento- no precisa de más contexto del que aportan ellos. Este es un viaje para asombrarse y disfrutar, como los buenos cómics.

 

Y si disfrutamos del viaje es, en buena medida, por la caracterización de los personajes. La estructura seguida por los autores es la de dedicar cada capítulo a uno de los integrantes del no-grupo. Así, mientras que el primero contaba con Extraño como nuestro guía, Los Defensores #2 y #3 tienen en Estela Plateada y Arpía a sus respectivos narradores. Cada uno a su manera, los diferentes antiguos universos que vamos conociendo tienen algún tipo de conexión con alguno de los Defensores, de ahí que en cada caso sea uno distinto quien lleve la voz cantante. Además de para entender mejor la naturaleza de cada universo, esta decisión narrativa propicia que los autores puedan desarrollar con cierta profundidad a los personajes. Y claro, como bien apunta Julián Clemente, nadie se cree que no le queden cosas que contar en Hulk después del retrato que hace de Arpía en estas páginas. Betty Ross y el resto de Defensores tienen mucho que ofrecer.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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