«¡Luchad por vuestro sueño!«

Contrariamente a algunas opiniones que me han llegado, creo que Los Pecados de Siniestro no es un evento excesivamente confuso. En lugar de ello, es un reflejo distorsionado y divertido de lo que fue en su momento Potencias de X, mostrándonos qué es lo que ocurre cuando el sueño de Krakoa se va al garete de la peor forma posible hasta convertirse en una pesadilla de proporciones universales. Lo que puede producir más desazón de este evento es la cantidad de hilos que se quedan sin tocar, porque cada salto temporal (un año, una década, un siglo y un milenio en el futuro) nos muestra toda una realidad distinta en la que sólo nuestra imaginación pone coto a todo lo que podría ocurrir y todas las historias que se podrían contar. De Los Pecados de Siniestro surgen tranquilamente cuatro nuevos universos con sus personajes, héroes y villanos, que merecería la pena explorar y que, por necesidades del guión, se quedan en el arcén de la carretera, a la espera de que otros autores decidan recuperarlos (o no).

La consecuencia más directa (y pido perdón de antemano por los posibles spoilers que pueda haber a partir de aquí) es la desaparición del motor Moria que Siniestro se había construido para poder reiniciar el mundo cuantas veces fuera necesario con tal de perfeccionar sus planes para acceder al plano superior de existencia que es el Dominio. La siguiente, y bastante obvia dado el cuidado en su diseño, es la incorporación a nuestra realidad de dos personajes indispensables de esta saga: Rasputín IV (sospecho que ésta ha sido más por lo guay de su diseño que por otra cosa) y Madre Justa, que ha entrado por el viejo truquillo de la retrocontinuidad (ese juego de manos por el que un autor nos cuela a un nuevo personaje haciéndolo aparecer en el pasado del resto de nuestros protagonistas), pero que se ha convertido en una versión de Siniestro casi más interesante que el propio original.

«Me mintió durante novecientos años«

Por otro lado, terminamos esta saga con un severo correctivo (a modo de ataque preventivo) sobre algunos de los principales pesos pesados del Consejo Silencioso, que se hacen a un lado a muy pocos meses de que llegue la tercera Gala del Fuego Infernal y, con ella, el fin de Destino de X y el principio de la Caída de X (que seguramente devuelva a los mutantes al camino de lágrimas por el que han transitado toda su vida, pero que al menos no será tan bestia como lo que acabamos de leer). A un lado también se echa Nathaniel Essex y, además, regresan al terreno de juego las otras dos versiones de Siniestro (Doctor Estasis y Orbis Stellaris) por aquello de que hemos regresado al presente, así que no deberíamos descartar ninguna posibilidad de cara al futuro de los mutantes. Amenazas no les van a faltar.

Los Pecados de Siniestro #5

Los Pecados de Siniestro se ha convertido en una fuente de argumentos a los que regresar y en un motor para el cambio dentro de las cabeceras mutantes. Se suma a otras fantasías de esta época como X de Espadas o Inferno y nos hace pensar que, ocurra lo que ocurra a partir de ahora, hemos sido muy afortunados por poder disfrutar de un proyecto tan enorme y divertido como ha sido (o está siendo, no nos pongamos en lo peor… todavía) el de Krakoa. Los Pecados de Siniestro se convierte también en el gran evento de Mr. Siniestro y en la historia que le eleva dentro de la galería de villanos de los mutantes a un plano superior.