Los Vengadores #32 (#133)

Los Vengadores #32 (#133): Ya no me siento tan solo

Los Vengadores #32 (#133)«Noto lo ansioso que estás, Steve, pero la encontraremos«

 

Me ha dado un vuelco el corazón cuando he leído el Spot On de Los Vengadores #32 (#133) por Julián M. Clemente. Tras meses y meses de ver como esta colección se iba por el sumidero, vagando sin un rumbo fijo y con Jason Aaron dando aparentes palos de ciego (hasta el punto que Daniel Lobato me haya preguntado en varias ocasiones por qué demonios sigo leyendo esta serie) me encuentro con que la gente de Panini piensa lo mismo del producto que está comercializando (lo cual es de aplaudir por su honestidad). Esto, que además explica por qué esta colección, aparte de la locura del Equipo Mecha, no haya tenido en sus páginas ningún tipo de aderezo a modo de one-shot en 2021 (bueno, algo me parece recordar allá por febrero), esto -decía- me hace sentir que los que estamos en la redacción de La Noche Americana no estábamos tan desencaminados. La etapa de Aaron está siendo un despropósito de proporciones cósmicas… Y acaba de cumplir cuatro años de publicación.

 

Cada vez me reafirmo más en que la Casa de las Ideas está esperando a que alguno de sus actuales guionistas estrella (léase Al Ewing, Donny Cates o, quién sabe si otra vez, Jonathan Hickman… ¿Os imagináis esta colección como reclamo para hacer volver a Brian Michael Bendis?) quiera hacerse con las riendas de los Héroes Más Poderosos de la Tierra. Si no, no se explica cómo han permitido que Los Vengadores deambule como lo está haciendo actualmente, con historias que tienen infinita menos potencia que las de muchos de los personajes individuales que están en este equipo. Jo&er, es que parece que Thor esté aquí para hacerle un favor a esta gente. Tony está pasando bastantes más apuros (físicos y mentales) en manos de Christopher Cantwell. Y directamente me flipa que un personaje como T’Challa (supuesto jefe del equipo) ni tan siquiera haya aparecido en este número.

 

«Los huevos están puestos en su mente«

 

Con todo, Marvel no tiene hoy por hoy sustituto para Aaron, así que no nos queda otra que seguir comiéndonos su pastel a cucharadas. Y tratando de disfrutar, de cuando en cuando, de los breves destellos de lo que este guionista fue en el pasado con series tan potentes como Lobezno y la Patrulla-X, Thor o el Doctor Extraño. Precisamente, es de la comparación con la cabecera del dios del Trueno de la que (a mí parecer) sale peor parado: tanto esta serie como aquélla han gozado de larguísimas etapas con este autor al frente, pero mientras que en la de Thor desde el primer número veíamos por donde iba a transitar ala colección y quién iba a ser su principal villano, en ésta la galería de amenazas ha crecido tanto que ha terminado por difuminarse, sin llegar en ningún momento a quedar muy claro cuál era el objetivo final de este período. Namor y su guerra contra la tierra firme, los vampiros, Coulson y su Escuadrón Supremo, la Guardia de Invierno que ahora ocupa a nuestros héroes… ¿Puede aparecer todavía un gran villano que lo aglutine todo? Sí, pero el problema es que ha pasado tanto tiempo y se ha ido desdibujando todo tanto a lo largo de los años que ya de poco va a servir acabar con un crescendo.

 

Los Vengadores #32 (#133)

Los Vengadores #32 (#133)

 

Volviendo al presente, y a Los Vengadores #32 (#133), seguimos con el secuestro y el lavado de cerebro de Hulka. La entrega de este mes, todo sea dicho, es muy entretenida y tanto los diálogos como las peleas nos recuerdan fugazmente a ese Aaron que nos volvía locos. Pero ya no soy capaz de otorgarle a este guionista el beneficio de la duda (al menos no en esta serie) y ya me estoy esperando de qué manera tonta se solucionará todo una vez más. Al menos me queda claro que en Panini están tan deseosos como yo por que el autor haga las maletas y se dedique a otro tipo de historias más de su estilo y capacidad.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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