Panini Cómics nos presenta un puñado de historias protagonizadas por diferentes simbiontes en el marco de Rey de Negro. Un tomo en rústica para complementar el evento y para seguir las andanzas de algunos personajes que, como Spidergwen,, se habían quedado huérfanos de aventuras.

«Sabemos que sigues aqui, Gwennie«

Por un lado tenemos Planeta de simbiontes, un recopilatorio de historias breves sobre pesonajes como Grito, Toxina o Capa y puñal, y por otro la miniserie Gwenom contra Matanza, en la que Seanan McGuire da un salto hacia delante respecto a lo visto en el final inconcluso de su etapa al frente de la araña de Tierra-65.

Empezamos por esta, que además es la historia con la que abre el volumen. Es indispensable haber seguido la serie original para entender el contexto en el que se mueve Gwen Stacy en estas páginas. Y aún así, ciertas cosas quedan en el aire. En lo respecta al encaje en Rey de Negro, McGuire coge un buen gancho, y es la naturaleza artificial del simbionte de Gwen. En su universo no hay constancia de la existencia de los klyntar y su traje está compuesto de multitud de arañas. Estas particularidades llaman la atención de Knull, que se propone hacerse con Gwen para sus huestes. Pero ya está. La aventura pronto transmuta en un relato fan de Gwen peleando con una versión de Matanza que apela a su entorno más cercano y se olvida de todo lo demás, dejando ideas y conceptos abiertos aquí y allá, pero sin rematar ninguno. Lo mismo que venía haciendo en su cabecera.

El popurrí de relatos breves que le siguen comparten un tono a caballo entre el cómic de superhéroes y el de terror, con los simbiontes tomando diferentes formas y huéspedes y con los personajes más insospechados haciéndoles frente. Resultan, al igual que Gwenom contra Matanza, muy amenos en su lectura, pero es cierto que requieren de ciertas nociones sobre Veneno y la mitología creada en torno a él en estos últimos años para comprender y disfrutar del todo de sus referencias.

En este sentido, el presente volumen se presenta como un estimable complemento para Rey de Negro, pero totalmente accesorio. Si queréis ir a lo concreto o no tenéis excesivos conocimientos sobre el mundo simbionte, Rey de Negro: Planeta de simbiontes pronto quedará enterrado en vuestras librerías. Si, por el contrario, tenéis un interés especial en lo que rodea a estos seres y/o queréis añadir capítulos a vuestra colección de Spidergwen, la lectura de este volumen no solo no os hará ningún daño, sino que aporta momentos muy disfrutables.