Se ha hecho de rogar -prácticamente un año-, pero Spider-Gwen tiene nueva aventura en curso. Esta vez en forma de serie regular y no miniserie, como venía siendo la tónica desde los coletazos finales de la etapa de Seanan McGuire en 2021. Panini Cómics, dentro de su iniciativa Back to Basics estrena, además, formato para el personaje: tomitos en rústica con lomo rojo, emulando a los clásicos -y de nuevo actuales- de su hermano mayor: El Asombroso Spiderman.
«Sé que os debo a todos una explicación»
Stephanie Phillips es la encargada de dar nueva vida a Gwen, que en esta etapa que arranca ha abandonado su hogar natal -en la realidad alternativa de Tierra-65- para venirse a la Nueva York de la continuidad oficial. Un cambio del que no se explican los motivos, pero que se intuyen como un plan a medio plazo para la heroína y otros personajes de cara a cimentar nuevas sinergias con la vertiente audiovisual de Marvel. Por el camino de este «reseteo» de Panini queda inédita una miniserie publicada entre 2023 y 2024 titulada Smash y que contaba con portadas de David Nakayama.
En el camino hasta aquí -a no ser que haya quedado alguna otra aventura sin publicar de la que no tengamos noticias- hay aspectos que parecen haber quedado definitivamente en el olvido, principalmente dos: Gwen estudiaba en la universidad de Tierra-616 y Miles Warren, el Chacal, se había aventurado a Tierra-65 en su obsesión por todo lo relacionado con Gwen Stacy. Este segundo asunto siempre puede ser rescatado de una u otra forma en el futuro; el primero, sin embargo, denota la falta de conocimiento de Phillips por el personaje que tiene que guionizar, pues basa una parte de sus problemas a no tener una identidad con la que vivir en «nuestra» Tierra ya que «nuestra» Gwen está muerta.
Esto arrastra también al segundo (de sus tres) problemas (en escala creciente): ¿de verdad es necesario crear un trauma en la protagonista en torno a la figura de una variante suya muerta hace años? Hasta Peter tiene superado el trauma, y mirad que es de obsesionarse cuando quiere (que se lo digan al tío Ben). Plantar la sombra de la difunta novia de Peter sobre Spider-Gwen no es otra cosa que hacerla de menos. ¿Tan poco tiene que ofrecer como personajes que tiene que heredar traumas y conflictos ajenos? Pasan los años y seguimos echando de menos la frescura de Jason Latour y Robbi Rodriguez.
Lo que nos lleva al tercer y recurrente problema: la ausencia de ideas propias en la serie. Aunque con truco, Phillips enfrenta a la heroína a otra versión de sí misma y desarrolla un discurso en torno a la identidad y la búsqueda de su lugar en el mundo, tal y cual… como si no lleváramos los últimos tres años enlazando miniseries de Spider-Gwen abordando precisamente ese tema. Se entienden las intenciones de la guionista de crear algo a medio plazo, no solo con el misterio con el que parte la premisa (la mudanza permanente a la Tierra oficial de Marvel), sino por la carga dramática con la que quiere llenar la maleta de Gwen; pero insisto en que no es necesario tirar de conceptos e ideas tan recurrentes, más aún cuando estamos ante una suerte de debut para el personaje. Y es que la propia autora pone los ingredientes para no tener que tirar de los hilos de siempre.
Con suerte desvela pronto el misterio y da alas a O.B. (el primer secundario del que hace uso la aventura) para llevar a Gwen a nuevos y emocionantes caminos, que es lo que todos queremos. ¿A su favor? Que por más rutinaria que haya sido la mudanza, Spider-Gwen sigue mostrando su sentido del entretenimiento como gran virtud.
Deja un comentario: