Panini Cómics publica ya el sexto volumen de las aventuras de nuestra Gwen Stacy multiversal favorita: Ghost Spider. Aunque tiene truco ya que en la versión original editada por Marvel Comics este arco titulado Clones sombras no era tanto una continuación de la serie regular de Stacy (pues a día de hoy no tiene ninguna), sino de una miniserie. Si tenemos que elegir nos quedamos, por supuesto, del lado de Panini, pues facilita muchísimo a los lectores el seguimiento de las andanzas de Spider-Gwen.

«¿Un clon? ¿¡Soy un clon!?«

¿Y de qué va este Clones sombras? Lo podéis deducir fácilmente. Clones y villanos. Lo hace, sin embargo, siguiendo en cierta manera el trabajo de la miniserie/entrega anterior: Universo Gwen. En aquella, escrita por Tim Seeley, nuestra protagonista se las veía con unas cuantas variantes de otras realidades y cuyo mayor interés era el fanservice que otra cosa. Emily Kim (a quien leímos hace unos meses en Seda) replica el esquema, pero cambiando variantes por clones y heroínas y por villanas.

Y como le sucedía al cómic de Tim Seeley, poco interés hay en esta aventura más allá de descubrir nuevas versiones de Gwen Stacy. La trama resulta tan simple que Kim tiene que rellenarla ocupando un capítulo entero a explicar los planes de la malvada de turno. En su favor, todo hay que decirlo, la nueva incorporación a la galería villanesca de Gwen tiene potencial. Sus motivaciones están bien definidas y no es un remiendo o derivado de personajes clásicos de la franquicia arácnida.

Además, la aventura se lee en un suspiro. Otra cosa no, pero Emily Kim demuestra una gran capacidad para narrar aventuras en las que el ritmo lo es todo. Más allá de lo escrito, Clones sombras presenta pocos alicientes. Está protagonizada por Spider-Gwen como podría haber sido protagonizada por cualquier otro personaje de la factoría Marvel. Su incidencia en la vida de la heroína es mínima y el desarrollo de esta a lo largo de la aventura tampoco es relevante. Kim se limita a dar vueltas sobre conceptos e ideas ya manidos. Y eso es grave teniendo en cuenta la corta trayectoria editorial de Spider-Gwen.

Es una pena que un personaje que ha demostrado tener tanto calado entre los fans (tanto en el cómic como en el audiovisual) sea incapaz de recuperar la constancia de sus primeros tiempos. Al menos nos queda el consuelo de que Marvel sigue dándole pildoritas como estas y no la ha metido en un cajón.