«Cuando eres un Runaway, las cosas nunca son tan sencillas«
Justo a tiempo. Así llega el primer tomo de la nueva etapa de los Runaways a mi vida. Con los Guerreros Secretos de Matthew Rosenberg desmantelados y los Campeones de Mark Waid pasando ahora de mano en mano y a punto de desaparecer también un servidor se va quedando sin su ración de jóvenes hormonados y titubeantes con más poder del que deberían. Y es que no sé muy bien por qué (quizás porque en el fondo me niego a crecer, quizás porque, más en serio, hay mucha frescura en las historias de chavales a los que les falta un mundo para ser Tony Stark o Steve Rogers), pero el hecho es que me encantan los cómics que protagonizan este tipo de héroes a medio hacer, con un mundo por descubrir y aún tantos errores por cometer.
Y quien habla de errores y aprendizaje habla de los Runaways. Esta panda de chavales, hijos todos de villanos que eligieron no seguir los pasos de sus progenitores, es una de las familias más disfuncionales y complicadas del universo Marvel (con permiso de la realeza inhumana) y, precisamente por ello, una de las más interesantes y divertidas de revisitar. Sólo hay un problema con ellos: los que no han muerto, o han huido o han tratado por todos los medios de olvidar un pasado que los marcó para mal (los que tuvieron suerte) y para peor (la gran mayoría).
«Si lo haces, los gatos lo sabrán«
Lo ha tenido complicado Rainbow Rowell, pero se las ha ingeniado para hilar una historia que, pese a que corre todo el tiempo por el filo de la navaja, termina funcionando estupendamente. Los Runaways han crecido y han renegado los unos de los otros, sólo un milagro puede volver a unirles… Un milagro o una cagada bien gorda por parte de Chase Stein. Y ahí entra uno de los pocos peros que le encuentro a este primer número, que exige conocer mínimamente la historia de la que parte cada uno de los personajes. Referencias a las conexiones entre Karolina Dean y los Vengadores, a Nico Minoru y Avengers Arena y, sobre todo, al final de su anterior etapa son un pequeño obstáculo que hay que salvar para disfrutar completamente de esta aventura.
Con todo, es genial tener de vuelta al grupo (a lo que queda de él) y es maravilloso volver a leer algo sobre Molly Hayes, un personaje que no ha perdido ni un ápice de su bondad y su inocencia pese a todo lo que ha llovido desde entonces. Runaways #1: De Vuelta a Casa se lee del tirón, cierra saga y nos deja deseando que lleguen más números de la nueva aventura de un grupo que viene a tomar el relevo de todos los equipos juveniles que Marvel se ha ido cargando en los últimos tiempos y que me estaban dejando sin un referente de confusión e inexperiencia en el serio mundo de los héroes y villanos de la Casa de las Ideas.
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