«Iron Man es un papanatas. Dile que lo digo yo«

Al Ewing comienza a divertirse con S.W.O.R.D. En medio de todo el jaleo este de Rey de Negro, el guionista de El Inmortal Hulk y los Guardianes de la Galaxia se lleva a Eden Fesi (Distribuidor) de paseo por el universo con total libertad gracias a los increíbles poderes de este mutante creado por Jonathan Hickman hace algo más de una década. Y el autor se las arregla para que este número tenga que ver y no tenga que ver a la vez con el crossover de marras. Porque sí, Distribuidor viaja en busca de aliados que ayuden a los mutantes en su lucha contra Knull, pero ya de paso Ewing aprovecha para volver sobre la inestabilidad política que ha quedado en el espacio después de la unión fraternal de Skrulls y Kree y que cristalizara de una manera tan obvia en la cumbre que se celebró en las páginas de la primera temporada de sus Guardianes de la Galaxia.

Allí, el fallecimiento (por causas nada naturales) de un alto dignatario desembocaba en una cruenta guerra de sucesión entre los de su misma especie. En este contexto es en el que Fesi se pone en contacto con los Zn’rx para intercambiar las vidas de dos mutantes (con qué facilidad las ofrecen ahora) por su apoyo a la hora de abrir una vía de entrada hacia el planeta Tierra. Y de esta escena sólo sacamos en limpio que la mejor política que se puede hacer con un imbécil es la del chantaje y la amenaza. Si el imbécil ve beneficio en que el mundo arda, gustoso acercará una antorcha.

«Pero debemos dar por hecho que los superhéroes harán lo de siempre«

Esto se puede aplicar también al simpático de Gyrich. Este personaje, para quienes estéis leyendo la serie del Inmortal Hulk, acaba de desmantelar de un plumazo a la fuerza de choque anti-radiados de Gamma Flight para poder hacer y deshacer a su antojo en una guerra contra el goliat esmeralda que no puede sino recrudecerse. Ahora le vemos conspirando también contra los mutantes desde su posición de poder y sólo es cuestión de tiempo que haga que los problemas comiencen a llamar a la puerta de la estación espacial comandada por Abigail Brand. Un movimiento la mar de inteligente, máxime teniendo en cuenta que los días de este señor al frente de la colección de Banner y sus monstruos interiores están mucho más que contados.

S.W.O.R.D. #3: Reinado de X

S.W.O.R.D. #3 termina con Eden regresando al frente de batalla contra Knull y sus simbiontes, pero por el camino nos deja un número que es una ruleta rusa de intenciones y tramas apetitosas. La serie que se lleva a los mutantes al espacio comienza a demostrar su increíble potencial y la libertad de la que puede gozar si se le deja. Ante algo así de vasto, no hay crossover que se lleve la atención de los focos ni frontera que no de la impresión que vaya a ser cruzada. Es un gran momento para comenzar a leer a los mutantes y ésta es una de las series que no os debéis perder.