«Arakko no me ha roto, y yo no me romperé«
Fabuloso capítulo de la cabecera de Al Ewing que publica Panini en España y en el que a la gente de Abigail Brand la vemos más como comparsas que como verdaderos protagonistas del relato. Y es que el octavo número de S.W.O.R.D. se centra en Tormenta y cualquier número de cualquier serie que se centre en ella suele ceder bastante de sí mismo, tal es el carisma de la ‘bruja del clima’. Ya en el número anterior de la colección (de hace dos meses) la acción se circunscribía a una tensa cena entre la ahora líder del planeta Arakko y un Victor von Muerte que lleva un par de meses bastante activo por las distintas cabeceras galácticas de la editorial norteamericana. Pero es en la entrega de este mes cuando por fin vemos a Ororo ejerciendo su poder en el planeta antes conocido como Marte.
Y lo ejerce al más puro estilo arakki. Con sangre, apuñalamientos y continuas demostraciones de autoridad y fuerza. Arakko, antes de cruzar el umbral dimensional hacia la Tierra, fue durante siglos una nación guerrera acostumbrada a vivir en un medio amenazante y que, por lo tanto, considera débiles (en el mejor de los casos) a sus primos krakoanos. Esta entrega sirve para demostrar por qué aceptaría una nación así (un planeta así) a una mujer de la Tierra como su regente. Para eso y para calmar, de momento, nuestros ánimos ante la insistente beligerancia de toda esta nueva galería de mutantes que se agolpa ahora en el terraformado cuarto planeta del Sistema Solar.
«Te he arrebatado tu poder; no te aceptarán sin él«
Tenemos pues un número ciertamente violento (vemos hasta tres peleas de Tormenta contra otros tantos arakki) que nos da una idea de cómo van a ser las sesiones de control de su consejo. Y, aunque los ánimos queden ahora un poco más calmados, no es para nada descartable que los primos lejanos de los mutantes vuelvan a dar problemas en el futuro. Cuando los terranos parezcan estar en una situación de mayor debilidad… o cuando una amenaza del espacio exterior pase primero por Marte antes de llegar a la Tierra y los habitantes del planeta rojo se den cuenta de que han sido convertidos en un escudo humano de proporciones planetarias.
Por el momento nos quedamos con Tormenta ganándose el respeto de sus iguales en el consejo y, por el camino, cerrando la trama con Tarn que se ha ido extendiendo a lo largo de las páginas de la colección de Infernales (aunque creo que aún le queda un último coletazo a aquella historia). Es S.W.O.R.D. #8: Reinado de X un número muy falto de Abigail Brand, pero tan necesario como divertido de leer como el que más dentro de esta colección dedicada a los mutantes más allá de los confines de la Tierra.
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