Los Vengadores llegan a Marvel Legacy apostando por todo lo alto. Con unos autores de lujo (Mark Waid, Al Ewing, Pepe Larraz, Jim Zub), los héroes más poderosos de La Tierra se agrupan para conducirnos por una saga que nos va a acompañar durante los próximos meses. Y cuando decimos que se agrupan nos referimos a todos.
Para celebrar la iniciativa Marvel Legacy las diferentes series vengadoras que han estado activas en los últimos meses, como Vengadores, Imposibles Vengadores… han dejado paso a esta única cabecera que, durante 16 entregas, pondrá los cimientos de lo que será la siguiente gran etapa de la editorial. Para hacer frente a la «compleja» edición norteamericana, de periodicidad semanal, en Panini Cómics han decidido apostar por el formato «Spiderman». Estamos pues ante un tomito que incluye los cuatro primeros capítulos de la serie, y seguiremos así hasta su conclusión, en cuatro meses.
Este cambio de formato tiene como principal misión no perder comba respecto a la edición norteamericana y no acumular un retraso mayor del de los tres meses actuales en las series en grapa. Por otra parte, esto puede suponer un incentivo para quien quiera adentrarse de nuevas en Vengadores, pues estamos ante una saga en la que resulta muy sencillo meterse, no tiene grandes deudas con las colecciones de las que nace.
Waid y compañía recuperan a la Orden Negra, a quienes conocimos en la etapa de Hickman en Vengadores y que con el estreno de Vengadores: Infinity War se dieron a conocer al público generalista, con el peligro que ello conlleva. Esta amenaza demuestra desde las primeras páginas que no va a ser un juego de niños para nuestros héroes. Estos cuatro capítulos los podemos considerar como un primer asalto, una introducción que presenta y construye el escenario en el que se van a desenvolver los héroes de aquí en los próximos meses.
Ahora bien, tal como se plantea la historia es complicado que vaya a tener excesivas repercusiones a medio-largo plazo, más allá de la presentación de nuevos actores como Viajera o (posiblemente) los Vengadores de la Edad de Piedra que ya vimos en el cuaderno que sirvió como punto de arranque de Marvel Legacy. La impresión que deja esta lectura es que estamos ante un evento o saga al más puro estilo Secret Wars.
Los personajes han sido arrastrados a un entorno hostil, pero controlado. Un escenario en el que los autores van a poder dar rienda suelta a sus ideas más locas y llevar la acción al punto más alto posible. Se forman diferentes equipos que tienen que lidiar con los correspondientes focos de amenaza. Y de fondo se va tejiendo la que es la amenaza real, la que se revelará en un épico final. Como podéis imaginar, nada nuevo bajo el sol, pero la diversión está más que garantizada. Al oficio de Waid, Ewing y Zub, que unen sus fuerzas para compactar al ejército de vengadores con el que cuentan, se suma el arte del español Pepe Larraz, cuyo trabajo a los lápices ya de por sí justifica la compra y la lectura de estos Vengadores.
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