¡Que siga la fiesta! La tercera entrega de Vengadores Costa Oeste mantiene el listón prometido por el arco argumental inaugural. También es cierto que los capítulos aquí recogidos (#5-6 de la edición norteamericana) hacen una transición suave entre aventuras, subrayando así la dinámica creada por Kelly Thompson sin que haya factores externos que puedan distraer la atención.
En esta nueva aventura, el equipo de Kate Bishop demuestra no estar del todo compenetrado, lo que inevitablemente les lleva a cometer errores tontos y verse metidos en un montón de problemas nuevos. Es decir, más munición para que Thompson pula el estilo de una serie que abraza sin rubor la comedia de acción y las relaciones entre sus personajes.
Como Christos Gage en Superior Spiderman, la escritora aprovecha la circunstancia de tener a sus protagonistas trabajando en una ciudad que no contaba con ellos para que los villanos del lugar se pongan las pilas y reclamen su territorio. De esta forma la autora obtiene cierto margen para explorar diferentes situaciones sin tener que forzar nada, ni acudir a ningún peso pesado de la editorial. Esto a su vez permite a Thompson ahondar en el desarrollo de la joven arquera, alma de estos Vengadores Costa Oeste. Como venimos diciendo, si no habéis seguido las andanzas de Kate Bishop con anterioridad, no hay ningún problema, pero si vuestra respuesta es afirmativa, Thompson os reserva unas cuantas sorpresas en estas páginas.
De quien no sabemos nada es de Stefano Caselli, que deja su puesto como dibujante al también italiano Daniele Di Nicuolo, cuyo trabajo, funcional, no desmerece la serie. A ver cuánto nos dura hasta el próximo cambio, que en la Marvel actual nunca se sabe.
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