Julián Clemente anuncia la peor de las noticias que podría darnos en el Spot On de esta cuarta entrega de Vengadores Costa Oeste: la próxima, será la última. No ha habido suerte con la colección de Kelly Thompson, que tras su décima entrega (quinta en la edición de Panini Cómics) echa el cierre. Aunque hablando de Kelly Thompson y de Kate Bishop estamos seguros de que esto no será sino un hasta pronto.
«Sí. Los skrulls son lo $€&@ peor«
Superado el shock, este Vengadores Costa Oeste #4 nos permite, de una parte, cerrar (más o menos) la saga que venía ilustrando Daniele Di Nicuolo y que llevó a nuestro supergrupo a una trampa mortal en un parque de atracciones abandonado. Y de otra, arrancar un último arco con Gang Hyuk Lim a los lápices que posiblemente comparta contexto con una de las últimas sagas de la serie vengadora guionizada por Jason Aaron.
La particularidad de ambas tramas hace que el seguimiento de reality al que tuvieron que acudir para lograr financiarse como equipo pase a un plano casi accesorio, apareciendo las entrevistas en cámara de forma muy puntual. Aunque de forma muy astuta, Thompson aprovecha tal circunstancia para sacar punta y ofrecer unos divertidos diálogos que quién sabe si se van a quedar en la anécdota o van con dobles intenciones. Sea como fuere, la colección sigue gozando de una enorme coherencia interna, sumando para la causa cualquier obstáculo o aparición inesperada con la que se crucen los protagonsitas.
El ejemplo perfecto de esto lo tenemos en Marvel Boy, quien desde las primeras viñetas que comparte con el equipo se suma a su dinámica con gran naturalidad. Su inclusión en la serie, además, permite a Thompson seguir explorando aspectos de la complicada vida de Kate, con la que el joven kree mantuvo una relación (que no acabó muy bien) en el curso de Jóvenes Vengadores. Y si tenemos en cuenta que Ojo de Halcón tiene en Johnny Watts a su actual pareja y compañero de equipo… la diversión para los lectores está asegurada.
Otro de los hallazgos de este doble número (incluye los episodios #7-8 de la edición norteamericana) es Jeff, un cachorro de tiburón terrestre (una loca especie que conocimos al comienzo de la colección), que con toda seguridad veremos saltar de estas páginas a alguna de las colecciones individuales que se deriven de esta.
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