Viuda Negra. Morir por la espada: Matrícula para Kelly Thompson

Viuda NegraLo bueno si breve… ¡Qué demonios! Kelly Thompson vuelve a dejarnos con ganas de más. Por el motivo que sea en Marvel Comics no terminan de confiar en la guionista y, salvo Capitana Marvel, todas las cabeceras que guioniza van cayendo poco a poco. La última esta Viuda Negra que alcanza las quince entregas (tres tomos en España, editados por Panini Cómics), que bien merecían ser muchas más. Por desgracia, no ha podido ser.

 

«En ocasiones el shock puede ser una bendición»

 

Veníamos diciendo hasta ahora que Thompson miraba siempre al futuro de Natasha Romanoff, pero en Morir por la espalda la autora hace una pequeña trampa. Olvidad los traumas del pasado, no se trata de nada de eso. Lo que aquí propone Thompson es la aparición de un nuevo «viejo» villano, un rival a la altura de la siempre vengadora añadido a su cronología por obra y gracia de la retrocontinuidad. Uno de los mayores retos autoimpuestos por la guionista desde que arrancara la cabecera fue el de nutrir a Viuda Negra de nuevos y temibles enemigos. Y si bien los enemigos a batir en los anteriores tomos fueron resultones, pero olvidables, Cuchilla Viviente (vale que el nombre es mejorable) ha venido para quedarse. Alguien capaz de hacer temblar a la impetérrita espía no es moco de pavo.

 

Por lo demás, este tercer y último acto de la serie mantiene un tono continuista respecto al volumen anterior, tanto en dinámicas como en argumento. Natasha y su equipo (la lista de invitados vuelve a crecer) tiran del hilo de Apogeo para dar con una red tan siniestra como poderosa. Si seguís otras colecciones marvelitas actuales, tal vez el argumento os recuerde vagamente a cierta aventura del Lobezno de Benjamin Percy. Premisas así son muy golosas en el ámbito de los superhéroes y, con tiempo, podría haber dado mucho de sí. Pero lamentablemente Viuda Negra y su colección se quedaron sin tiempo y nunca sabremos cuál podría haber sido el alcance real (y de fondo) de la amenaza que desbarata nuestra heroína en estas páginas. Aunque conociendo precedentes como el citado de Lobezno nos podemos hacer una idea.

 

Viuda Negra

 

Como sucediera con su etapa al frente de Ojo de Halcón, Thompson tiene que lidiar con un final un tanto apresurado, pero no por ello menos satisfactorio. Más que menos todas las tramas quedan bien amarradas. De todas, como acabamos de mencionar, se podrían seguir contando cosas, pero en el corto plazo Viuda Negra se despide sin deudas y sí con el deseo de un pronto retorno. Si algo echaremos de menos -aparte de la ficticia, pero muy real, felicidad familiar de Natasha- es la complicidad que ha creado la guionista entre Yelena y la vengadora, con una dinámica a la altura de la establecida entre Mrs. y Mr. X o entre Kate Bishop y Clint Barton.

 

Esperemos que pronto tengamos buenas nuevas sobre Viuda Negra y, sobre todo, Kelly Thompson.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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