Vota a Loki

Vota a Loki: #LIEbertad

Vota a Loki«Todo el proceso es fascinante. En realidad, no confrontan ideas… sino relatos«

 

Por fin, apenas cinco años después, llega a nuestras tierras Vota a Loki, un cómic que tuvo mucho sentido en 2016, cuando Donald Trump se presentaba por primera vez a la Casa Blanca y volvió a tener cierta relevancia a principios de este año, cuando Joe Biden le arrebató la presidencia de los Estados Unidos; pero que ha tenido el sentido de la oportunidad de venir a estrenarse en España a finales de abril, a solo unos días de que terminara la campaña para las elecciones a la presidencia de la Comunidad de Madrid y en medio de un circo de locos en el que se han juntado los gritos por una supuesta libertad negada de un bando con las consignas neonazis de otro y con la impotencia y el silencio de un tercer bando formado por quienes no han querido, o sabido, levantar convenientemente la voz.

 

Vota a Loki es una miniserie de apenas cuatro capítulos que bien se podría haber publicado como complemento al Thor de Jason Aaron de aquel año y que precisa de otras dos historias de complemento en este mismo tomo de Panini para poder justificar su encuadernación y su precio (trece lereles). Sin embargo, es un cómic que mereció la pena en su momento (ya sólo por sus portadas y por algunos de los juegos de palabras que gasta merece nuestra atención) y lo vuelve a ser ahora, aunque sea para darnos cuenta (a toro pasado) de que la realidad es, la mayor parte de las veces, mucho más monstruosa y terrible que cualquier relato de ficción.

 

«Sí, me inventé una información, mentí sobre ustedes. Pero, ¿por qué me señalan sólo a mí?«

 

Porque en la ficción el villano palidece al ser confrontado con sus seguidores. Se achanta y se le comienzan a ver las costuras tanto a él como a su supuesto ‘mensaje’, pero en la realidad la fachada aguanta lo que le eches. La gente está tan desesperada por creer en algo que les da igual lo vacías que estén las promesas de libertad, seguridad o igualdad para todos: pone su fe (y su voto) al servicio de gente que ha demostrado en repetidas ocasiones no ser merecedora de ellos… y luego se tira cuatro años tratando de justificar por qué las promesas no se cumplen o por qué sus problemas vuelven a ser lo último de lo que el (o la) político de turno parece tener tiempo para preocuparse. Así funciona el mundo de la política. Aquí, en Estados Unidos y cualquier urbe con la suficiente importancia como para dar cabida al ejército de trepas que componen cada uno de los partidos políticos. No existen (salvo sonadas excepciones) los políticos honrados. Y Vota a Loki sólo se limita a poner esta realidad en viñetas.

 

Vota a Loki

Vota a Loki

 

Este cómic no termina con Loki como presidente de los Estados Unidos (lo siento, esto dejó de ser spoiler hace un lustro). Pero no lo hace porque es una obra de ficción. En la realidad Loki habría ganado. Y ahora estaríamos tratando de entender por qué un ejército de gigantes de hielo se ha quedado con Alaska o por qué ha pasado a ser legal apuñalar a los oponentes políticos por la espalda. Y habría gente que lo entendería. Y que lo justificaría. Y lo defendería a capa y espada.

 

Porque la alternativa sería admitir que cuando votaron lo hicieron con el corazón y no con la cabeza. Que unas promesas vacías y unas palabras bonitas tuvieron más fuerza sobre sus decisiones que la triste, fría y olvidada razón.

Acerca de RJ Prous

Avatar de RJ Prous

En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

Deja un comentario:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados