American Gods: Sombras #4

American Gods. Sombras #2-4: Apartando la niebla

American Gods: Sombras #2«No quiero trabajar con alguien con peor suerte que yo«

 

Nunca había leído a Neil Gaiman de esta manera, mes a mes y en grapa, y he de decir que está siendo una interesante experiencia. Casi me alegro de no haber leído la novela ni visto la serie de Amazon Prime. Casi. Porque lo cierto es que estoy descubriendo por qué American Gods fue concebido como una novela y no como un cómic. No hay apenas tensión entre capítulos porque los libros nunca han necesitado de un cliffhanger para pasar de un capítulo al siguiente (bueno, puede que Canción de Fuego y Hielo sí) y me doy cuenta de que, una vez completada, disfrutaré más con la lectura de corrido (o en tomo recopilatorio) de lo que estoy disfrutando de este tebeo ahora mismo.

 

Aún así, resulta reconfortante llegar un día a casa y encontrarse con una pequeña dosis de la magia del autor de The Sandman. Debería ser obligatorio para todos tener nuestros diez minutos al día en los que refugiarnos en algún lugar lejano, más allá del tiempo y del espacio, de la tristeza y la muerte, de la alegría y del mundanal ruido. La lectura, en general, es un buen vehículo para lograr esto y Gaiman, en particular, es un excelente conductor que nos lleva lejos de todo y a la vez a lugares que fácilmente reconocemos y en los que nos sentimos a gusto. American Gods nos transporta a una situación irreal en un mundo creíble y anodino. Es a la vez nuestro y el mundo de otros: la estrecha franja por la que la fantasía desfila.

 

«Supongo que ahora me preguntarás qué hago aquí«

 

Hay ciertas tramas que, a fuerza de leer a Gaiman, veo venir desde el principio de la obra. Todo el tema de la enamorada mujer de Sombra sólo tenía un fin posible y casi me alegro de sólo haber tenido que esperar hasta el segundo número para aclararlo. Por otra parte, la manera en que van dejándose caer otros dioses y criaturas mitológicas en la trama es muy del estilo del autor, pero no por ello son menos disfrutables. Al contrario, la disfuncional familia que conocemos en American Gods: Sombras #4 es un gozo para la lectura desde la primera y hasta la última página. Aún así, habiendo llegado ya casi a la mitad de esta primera colección, me doy cuenta de que aquí hay más de introducción que de nudo y desenlace. Mucho me temo que vamos a tener que esperar as los siguientes nueve cómics para ver algo de chicha de verdad.

 

American Gods: Sombras #4

American Gods: Sombras #4

 

Lo que más estoy disfrutando de estos cómics son sus historias al margen. La escena que cerraba el primer volumen, el ‘secuestro exprés’ de Sombra al final del segundo o la fábula que cierra el cuarto volumen añaden trasfondo al argumento y ayudan a explicar lo que está sucediendo más allá de las narices del protagonista de estos cómics que Dark Horse edita en Estados Unidos y Planeta nos ha traído a España. La historia de los piskies también es puro Gaiman, con sus claroscuros y su ausencia de juicio (labor que siempre recae en el lector), pero también con esa chispa de magia antigua que tan bien sabe utilizar el autor y que, como venía diciendo, sirve para convertir un día normal en algo especial.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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