«En esta ciudad hay diez mil millones de animales. Diez mil millones de vidas bajo mi responsabilidad«

Animosity es, a día de hoy, la más exitosa de cuantas series han nacido al amparo del sello Aftershok. De la fabulosa galería de nombres y estilos artísticos con los que se ha venido arropando esta editorial cuyos derechos de distribución tiene Planeta Cómic en España ha sido Marguerite Bennett la que más ha despuntado con esa historia sobre una cría en un mundo gobernado por unos animales que un buen día obtuvieron raciocinio y decidieron subyugar a los humanos. El tema es que el mundo que nos ha venido ofreciendo la guionista desde hace algo más de un año es tan rico, tan profundo y tan interesante que enseguida ha tenido que aparecer una nueva serie, spin-off de la original, para poder seguir explorándolo. Lo mejor es que la escribe la propia Bennett, aunque cambia los dibujos de Rafael de Latorre por las capacidades artísticas de Eric Gapstur, un dibujante que tomaría la alternativa con esta serie y que actualmente colabora con Jeff Lemire en Family Tree, una serie que aún está por editarse en nuestro país.

Si la cabecera principal nos habla de un viaje, de un éxodo a través de Norteamérica tan parecido a aquel que leyéramos en Y, el Último Hombre, Animosity Evolution decide quedarse en una única ciudad gobernada con mano de hierro por Wintermute, un cruce entre lobo y Alaskan Malamute inteligente y dura capaz de tomar decisiones duras y atroces con tal de mantener la paz en su feudo y a sus súbditos alimentados, controlados y a salvo del exterior… y de sí mismos. El cambio del movimiento por este ‘sedentarismo’ nos permite conocer mucho mejor como es la sociedad que emerge del Despertar de los animales. Más allá de la historia de desesperación y desvaríos que se lee entre líneas en Animosity, Bennett se permite en Animosity Evolution fantasear sobre cómo podría funcionar una sociedad anclada en este universo.

«Lo primero que todas las civilizaciones reconstruyen es el mercado negro y las juergas«

Sorpresa. Funciona de una manera muy similar a lo que estamos acostumbrados a ver en nuestro día a día. Una característica que la autora ha dejado siempre clara desde que comenzó con este universo es que en un mundo en el que los animales adquirieran una inteligencia humana… también adquirirían con ella todas sus virtudes y defectos. En la ciudad que gobierna Wintermute nos encontramos con refugiados que buscan una vida mejor aunque ello signifique trabajar duro, pero también con detractores que desean su caída para vivir con menos restricciones o para medrar como depredadores y presas, tal y como hacían antes del Despertar. Lo que leemos en este primer número es una historia de traición e intriga, de gente que ostenta el poder contra aquellos que quieren arrebatárselo y de las víctimas que quedan en medio de todo este caos.

Animosity Evolution #1

Lo que me alucina es lo apasionante que resulta todo este relato. He devorado Animosity Evolution #1 y luego me he dedicado a releer los cinco primeros capítulos que encierra este volumen (amén de una agradable colección de extras) para volver a saborear la historia que encierran. Wintermute es tan protagonista como actriz secundaria. Es un personaje que absorbe la atención del lector como si de un agujero negro se tratara cada vez que sale, pero dosifica su presencia para dejar que sean los personajes pequeños los que nos permitan conocer de primera mano la manera en que la ciudad de San Francisco amanece al mundo que ha salido de la cabeza de Marguerite Bennett. A los que llevéis un tiempo siguiendo las aventuras de Jesse en la serie principal os encantará este nuevo enfoque y los que no, pese a que os falte ese día del Despertar, disfrutaréis de una historia fantástica que no pierde interés ni por un instante.