Fuera de competición se proyecta 13 minutes, de Oliver Hirschbiegel. El director de piezas como El hundimiento o El experimento se adentra nuevamente en la Segunda Guerra Mundial para hablar de George Elser, un carpintero que bien podía haber cambiado el curso de la historia al atentar contra Hitler. Pero por unos pocos minutos –justo con los que se titula–, el plan no salió. El director se enfoca en su etapa de detención y su historia de amor antes del cautiverio. Parece que los saltos en el tiempo son algo asiduo en esta edición. El trabajo se muestra correcto y como un ejercicio más de memoria histórica alemana. Va a lo seguro, sin arriesgar. Sin embargo convence y aprueba.
Sworn virgin de Laura Bispuri narra la historia de una mujer criada en una villa perdida de Albania sale de las arcaicas leyes y decide ir a Italia a ver a su hermana y su familia. Con cierta hostilidad Bispuri desarrolla a estepersonaje tan pequeño como poderoso. Sin artificios y con cercanía, la actriz Alba Rohrwacher enseña una mujer distante, que parece adversa pero posee una ternura encomiable. Muy buen trabajo que destapa las relaciones familiares y las tradiciones añejas de lugares anónimos.
Thanatos, drunk llega desde Taiwan a la Sección de Panorama. Una historia de dos jóvenes hermanos que buscan su lugar. El argumento entrelaza la vida de los dos, uno hetero, el otro gay, y los problemas a los que se enfrentan por las malas compañías. La figura de la madre también aparece. La cinta es un batiburrillo de tópicos que sin embargo va in crecendo según llega al desenlace.
Are you here es la opción de Matthew Weiner al festival. Igual que el otro miembro del jurado Daniel Brühl presentaba película, el creador de Mad Men ofrece su comedia con dos pesos pesados del género: Zach Galifianakis y Owen Wilson, pero no están en su fuerte ni ellos ni su creador. El resultado es una comedia menor. Galifianakis recuerda a su personaje de Resacón y Wilson queda repetitivo.
Out of my hand es el ejemplo del día de las producciones pequeñas que se asoman por Panorama. Desde Liberia llega una historia que habla sobre la inmigración y las situaciones de los trabajadores explotados. Una vez más, la temática no es extraña.
Studio 54: The Director’s Cut ha sido la sopresa de última hora. Mark Christopher, que apareció antes de la proyección explicó que ha tardado 17 años en juntar todo el metraje necesario para enseñar la película que él quiso hacer: Allá por 1997, se le mandó cortar cuarenta minutos y rodar otros treinta nuevos. Y por fin se ha podido descubrir la esencia verdadera. Y es una alegría acabar una jornada con este frenesí de película, oír su banda sonora, ver a Ryan Phillippe, Salma Hayek, Neve Campbell o Mike Meyers.
Deja un comentario: