«Os pido permiso para ser Batman por última vez«

Lo de Sean Murphy con Batman: Caballero Blanco no fue una ilusión. Tampoco lo parecía si uno se fijaba en las cosas que este autor había traído al mundo en el pasado (nunca me cansaré de recomendar Punk Rock Jesus), pero sí que es verdad que ese miedo a que la obra que llegó a España en 2018 fuera una especie de one-hit wonder de los héroes mainstream para Murphy estaba ahí. Y los primeros números en grapa que nos llegaron de parte de ECC a la redacción justo antes de que la pandemia estallara no terminaron de despejar las dudas acerca de si esta revisión del personaje de Jean-Paul Valley bastaría para hacernos entrar de cabeza en el ‘Murphyverso‘ que se estaba cociendo.

Ahora ECC publica, dentro de la línea DC – Black Label, la colección completa de Batman: La Maldición del Caballero Blanco y despeja cualquier clase de duda que pudiéramos tener acerca de las posibilidades de su universo y sus historias. El autor vuelve a demostrar su amor por los personajes y la mitología del Caballero Oscuro a través de una historia que parece desmontarlo y destruirlo, pero que simplemente se dedica a poner en relieve todo aquello que hace de Batman uno de los mejores héroes que nos haya dado jamás el mundo de la viñeta.

Pensándolo bien, ésta es una de las constantes de las mejores historias que se han contado en los tiempos más recientes dentro de la industria del cómic norteamericano. Ya lo hizo Jason Aaron cuando se ocupó de Thor o del Doctor Extraño en Marvel, lo mismo pasó con Jeff Lemire con su Green Arrow y lo ha hecho también Scott Snyder (con quien Murphy colaboró en El Resurgir) cuando se hizo cargo del Hombre Murciélago. Desmontar al héroe para descubrir las piezas que lo definen parece ser uno de los mecanismos que mejor están funcionando en la actualidad y el autor de este cómic lo lleva un poco más allá (a la altura de donde lo dejara Kieron Gillen cuando se ocupó de Iron Man) en su intención de ver dónde acaba Bruce Wayne y dónde comienza el justiciero de Gotham.

«Éste siempre ha sido mi favorito«

Para ello hace volver al Joker y a Jack Napier e introduce a una nueva y salvaje versión de Jean-Paul Valley que busca derribar al Caballero Oscuro y hacer desaparecer todo su legado en una mezcla de venganza, misión sagrada y pelea manipulada en favor de una gran cantidad de terceras partes interesadas. La historia, que bebe de manera tan directa de la anterior entrega que cuesta leerla sin haber pasado antes por el cómic de hace tres años, comienza con esa intención de Batman de abandonar el anonimato, pero rápidamente se entremezcla con una trama que se remonta al siglo XVII y a la fundación de la ciudad gótica y con la que Murphy revienta y reinventa algunos de los puntos clave de la relación de la familia Wayne con la ficticia ciudad deceíta.

Batman: La Maldición del Caballero Blanco

Además, y al contrario de lo que pasara con Batman: Caballero Blanco, el guionista y dibujante cierra este cómic con un final marcadamente abierto que llama a seguir apostando por este ‘Murphyverso‘ y por todas las historias que aún le quedan al bueno de Sean por contar.

ECC, además, completa este álbum con Batman: Caballero Blanco Presenta – Von Frío, que ya publicara la editorial en octubre del año pasado, y con una extensa galería de bocetos y portadas alternativas que, si bien no le valen un diez sobre diez a este volumen (los cómics de ECC siempre adolecerán de introducciones o epílogos que ayuden al lector a orientarse) sí que lo dejan muy cerca de esa puntuación.