Batman: Tierra Uno #2

Batman. Tierra Uno: Un murciélago de cine

Tras poco más de un año de la publicación del tercer volumen de Batman: Tierra Uno, ECC Ediciones se ha decidido a sacar un volumen integral de una serie que quién sabe si acaba aquí o tendrá más recorrido. Y la incógnita radica en la peculiaridad de la iniciativa Tierra Uno: versiones alejadas de continuidad de los principales personajes deceítas protagonizando historias independientes entre sí y en formato novela gráfica, es decir, cada arco se publica directamente en tono y queda más o menos cerrado, aunque con suficientes hilos de los que poder tirar en el futuro. Así, ¿habrá más aventuras de este Batman de Geoff Johns y Gary Frank? Solo el tiempo dirá.

 

«¡Wayne! Tenemos unas cuantas preguntas para ti»

 

Aprovechando que, al menos a corto-medio plazo, no hay planes para disfrutar de nuevas aventuras de esta revisión del vigilante gothamita, ECC recopila los tres tomos originales, así como una pequeña selección de ilustraciones (a modo de vistazo al proceso creativo de Frank), en un solo volumen en tapa dura de unas generosas 472 páginas a un precio (en su primera edición) de 45€.

 

Batman: Tierra Uno #2

Batman: Tierra Uno #2

 

En esta versión joven y lozana de Bruce Wayne (y de Alfred Pennyworth) nos encontramos ante una historia que bien podría servir de biblia para una producción hollywoodiense. Hasta la llegada de Nolan y su Caballero (muy) Oscuro, el cómic (nos ceñimos solo al murciélago y su entorno) parecía mirar por encima del hombro a las incursiones del superhéroe  al cine y la TV. En general, estas adaptaciones no dejaban de ser -según la visión comiquera- productos que no sabían recoger la esencia de los personajes o que directamente la traicionaban. Y puede que algo de ello hubiera. O puede que el fandom no supiera entender que se trataba de otro formato y otra mirada. Sea como fuere, la trilogía de Christopher Nolan marcó un antes y un después en la forma de concebir las historias del cruzado de la capa. Más o menos fiel al referente comiquero, este Batman puso de acuerdo a lectores y neófitos comiqueros. Sin olvidar a los autores. No solo eran películas muy disfrutables, sino que ofrecían un acercamiento al personaje que resultaba interesante a la mayoría. Un poco de Miller, otro de Loeb o de O’Neil combinado con los códigos propios del neo-noir y del thriller de mediados de los 90 (Heat [Michael Mann, 1995] como referencia absoluta) dieron con el paradigma al que aspirar.

 

A partir de ahí no solo encontraríamos futuras encarnaciones fílmicas como The Batman (2022) que bucearían en atmósferas similares, sino que el propio cómic asumiría como propia esta narrativa, apostando firmemente por un estilo «cinematográfico». Ahí está la etapa de Scott Snyder durante los nuevos 52, la versión alternativa de Sean Murphy o esta encarnación del murciélago orquestada por Johns y Frank. Batman: Tierra Uno influyó en el filme de Matt Reeves, sí, pero a su vez este fue influenciado por el tratamiento dado por Nolan unos años antes. Solo hay que leer los primeros capítulos para percatarse de que el imaginario fílmico ha calado profundamente en las viñetas. Lo vemos desde en la forma en la que fluyen las escenas o su búsqueda de una imagen cuanto más verosimil mejor (ilustrado, por ejemplo, en el diseño de Catwoman o el «nacimiento» de Dos Caras) a la misma interpretación de los personajes. Este Alfred astuto y beligerante, que trata a Bruce como un igual, resulta mucho más creíble en comportamiento y circunstancias que el abnegado mayordomo que tenemos en nuestro imaginario. O la apariencia de realidad en la justificación de personajes como Killer Croc o Enigma.

 

Batman: Tierra Uno #2

Batman: Tierra Uno #2

 

Johns y Frank no tienen reparos en transgredir el imaginario clásico para no solo acercarlo a los gustos y sensibilidades actuales, sino para sorprender y ofrecer un relato atractivo y emocionante. La misma elección del momento en el que transcurre la acción -Wayne no lleva más de unos meses siendo justiciero cuando arranca el tomo- da pie a jugar y revisionar conceptos y circunstancias, subrayando la sensación de descubrimiento mientras crecen el héroe y su misión a cada paso. Una lectura súper estimulante a la que solo el tiempo colocará como una visión de referencia del murciélago o como otra obra de su tiempo.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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