«Te dije que podía volar«

Me resulta fascinante la facilidad con la que Geoff Johns ha replicado el tono y el espíritu del Watchmen de Alan Moore en El Reloj del Juicio Final, de cuya colección nos trae ahora ECC los números del tres al cinco. El ánimo oscuro y pesimista de la obra de los años ochenta se percibe en cada una de las páginas de esta reinvención, ya sea a través de las reflexiones de este nuevo y perturbado Rorschach o por medio de los graves acontecimientos que parecen estar teniendo lugar en el rincón del Multiverso donde ocurren las aventuras de nuestros héroes y villanos. Sigue ahí la vieja reflexión acerca de la manera en que los héroes influyen en la balanza de poder del mundo y en como su humanidad los hace falibles y, por tanto, susceptibles de caer en las tentaciones que ofrecen el poder sobre los demás y su admiración e idolatría.

Dejamos en nuestro anterior artículo a Ozymandias, Rorschach y la pareja de psicópatas que les acompaña perdidos en nuestra realidad a la caza del desaparecido Dr. Manhattan. En la terna de grapas que nos acompañan esta vez descubrimos que no son ellos los únicos que han cruzado el umbral que separa los mundos y, lo que es aún más desconcertante, que la historia que leímos hace tres décadas no parece estar contándose del mismo modo para algunos de sus implicados. ¿Una Tierra alternativa para los protagonistas de Watchmen como excusa sobre la que basar una secuela de la serie de Moore? No me parece del todo descabellado, habidas cuentas de lo protector que es (cuando le viene en gana) el autor con sus criaturas.

«No quiero problemas, pero al parecer es lo único que podéis ofrecer«

La historia continúa donde la dejamos y descubrimos que tanto el encuentro entre Rorschach y Batman como el que tiene lugar entre Lex Luthor y Veidt se desarrollan de una forma completamente opuesta a como ambos habían planeado. No es de extrañar, puesto que para Bruce Wayne el enmascarado de la gabardina no es más que otro perturbado que, además, ha logrado colarse en su Batcueva y Luthor… bueno, es Luthor. Tampoco es de extrañar que, pese a la reacción inicial, Batman continúe investigando algo que ya se alarga desde el comienzo del Renacimiento deceíta (2016) y que continuó más tarde con Batman/Flash: La Chapa (2018). En la editorial norteamericana se han tomado su tiempo para centrarse en esta trama, pero una vez que han tomado las riendas con este crossover, vamos a ver de una vez por todas qué es lo que se nos viene contando de cuando en cuando en todas las series de esta casa (el último caso es el regreso de Impulso en Young Justice) durante los últimos tres años.

El Reloj del Juicio Final #5

La única pega que le encuentro a estos cómics es su difícil encaje en la continuidad editorial. En un universo que está viviendo a la vez la crisis provocada por la muerte de varios héroes en una institución mental creada para tratar sus casos de estrés postraumático (en la recién finalizada Héroes en Crisis) y el enfrentamiento de sus mayores campeones contra una coalición de villanos que van a disponer de todo el 2020 como un año dedicado a su ¿victoria?. En un universo así resulta complicado dilucidar cuándo y cómo tienen lugar estos acontecimientos. Da la impresión, corroborada con algunas informaciones que nos llegan desde el otro lado del charco, de que DC apostó muy fuerte por esta historia, pero que la ejecución de la misma se ha ido demorando más y más y que ahora ya sólo les quedaba decidir si publicarla o no, pero no han podido encontrar cómo encajarla de una manera orgánica sin que eso supusiera esperar a finales del año que viene (sin la certeza de cómo estará la historia de cada uno de sus protagonistas para entonces).

Nos queda a los lectores, pues, el reto de olvidarnos de todo lo que está ocurriendo actualmente en DC para centrarnos en disfrutar de una historia estupenda que ya veremos cómo encaja (si es que termina haciéndolo) en el resto de las cabeceras de la editorial.