Al abordar Los Terrifics hay que tener en cuenta que esta colección nace de los sucesos de Noches Oscuras: Metal y que su plantel protagonista, encabezado por Mr. Terrific, tiene poca tradición entre el público mayoritario. ¿Qué quiero decir con esto? Que para el lector neófito, que no conozca a los personajes o no haya leído el evento metalero de DC Comics, no le resultará sencillo entrar en la dinámica que propone Jeff Lemire. Que el líder del supergrupo sea un imbécil (dicho por sus propios compañeros ya en el primer arco aquí incluido) tampoco ayuda. Pero hablamos de Jeff Lemire y ECC Ediciones ha tenido la suficiente confianza en la colección como para publicarla, así que le damos la oportunidad.

¿Y qué nos depara la serie? Aventuras y más aventuras. Jeff Lemire nos propone un relato que moderniza los cánones pulp, pero en el que el desarrollo de los protagonistas no solo no queda relegado a un segundo plano, sino quese convierte en uno de los aspectos capitales de la obra. En estos primeros números Lemire apuesta por tramas sencillas y el fortalecimiento de la dinámica entre su cuarteto de personajes: Mr. Terrific, Plastic Man, Metamorfo y Chica Fantasma.

Con la excusa de preparar las condiciones idóneas para la aparición de un personaje ajeno a DC de forma más o menos orgánica (pensad como ejemplo en la adscripción de Angela al entorno de los Guardianes de la Galaxia de Marvel), el guionista concibe una colección que se sumerge la vertiente exploradora y científica del cosmos deceíta, de tal forma que hasta los conceptos más improbables pueden hacerse realidad. Pero a Lemire se le va la mano con el homenaje que tiene en mente y este se acaba comiendo a su criatura. Los paralelismos entre Los Terrifics y Los 4 Fantásticos son tan evidentes que por momendos parece una broma, circunstancia que no tendría que ser negativa si no fuera porque la sombra tan alargada de Los 4F afecta directamente a la propia voz del cómic. Al menos en estos primeros seis números (los que incluye el primer tomo de ECC Ediciones) se echa en falta más personalidad en la obra. Ello no quita que Los Terrifics funcione muy bien como el entretenimiento que es, sin más ambición que la de hacer pasar un buen rato con unos personajes predispuestos a enfrentarse a situaciones imposibles e imaginativas.

Es posible que con la prometida aparición del misterioso personaje externo a DC Comics la historia coja el impulso necesario para ofrecer conceptos interesantes, no ya un déjà vu como ahora, y sin el peso del evento del que nace. Como siempre, la decisión depende de cada uno, si tiene la paciencia o no para seguir adelante con los Terrifics.