Cuando Gamora plegó el universo sobre sí mismo en el contexto de las Guerras del Infinito hubo muchos que se llevaron las manos a la cabeza. A otros, sin embargo, se nos hicieron los ojos chiribitas al imaginar las posibilidades que nos ofrecía tan dramática decisión.

 

En la saga principal ya pudimos ver fusiones como la de Capitán América y Doctor Extraño o la muy efímera entre Emma Frost y Lobezno. Pero como decía, las posibilidades que se abrían eran muchas y variadas. Algunas de ellas, como esta que nos ocupa, han tenido la suerte de verse materializadas y Panini las edita en grapas unitarias para poder disfrutarlas de forma independiente.

 

Aquí nos encontramos con un cruce tan descabellado como atractivo: Caballero Luna y Spiderman. En la fusión es Parker quien resulta vencedor y es Caballero Luna quien se plega a la imagen del trepamuros. Así seguimos tratando con un superhéroe totémico que obtuvo sus poderes de una araña y aliados de toda la vida como Harry Osborn no pierden sus roles importantes. Ahora bien, este trasunto de Spiderman cuenta con varias personalidades que si no se ponen de acuerdo podrían volver loco al protagonista.

 

El relato, narrado en dos partes sirve como un primer acercamiento al personaje y su mundo. Conocemos su origen y nos damos de bruces con el que es su principal némesis. Funciona, obviamente, como una historia cerrada, disfrutable en sí misma sin tener en cuenta el evento del que surge u otras posibles aventuras. Ahora bien, en Marvel saben lo que se hacen, y la resolución da pie a que en un futuro alguien pueda explorar este novedoso universo.

 

Si sois seguidores del hombre araña, disfrutáis con historias breves y os gusta explorar las realidades alternativas de los personajes de siempre, este Caballero Araña es una elección segura.