Con esta octava entrega de la colección publicada por Panini Cómics superamos el ecuador de la miniserie La gata negra ataca que, recordemos, toma como base los acontecimientos del DLC La ciudad nunca duerme para relatar un nuevo episodio en la vida del Peter Parker más videojueguil. Con el juego de Insomniac de plena actualidad gracias al estreno del spin-off protagonizado por Miles Morales (del que Julián Clemente da cuenta en el spot on de la grapa que nos ocupa), es buen momento para seguir profundizando en las muchas historias que nos tiene que ofrecer.
«Hecho y fulminado, spider. Te dije que esta gatita no necesitaba ruedines de aprendizaje«
Dennis «Hopeless» Hallum y Luca Maresca son la pareja creativa al frente de esta aventura que, en su nueva entrega ha tomado un rumbo más personal. Determinados acontecimientos de la trama hacen que la atención de Hallum, el guionista, se centre en la figura de Peter y en cómo fue (y es) su relación tanto con Mary Jane, como con Felicia. Los momentos felices, las dudas… la persona bajo la máscara es igual de importante que el superhéroe. El guionista está aprovechando muy bien los huecos que tiene para rellenar y completar la imagen del personaje que nos ofreció en su momento el videojuego.
A pesar de lo que pueda parecer, la narración no se pausa respecto a lo leído hasta ahora. La presentación de la historia en dos marcos temporales (pasado y presente) permite a Hallum trazar una mirada más profunda sobre Peter y sus circunstancias, al tiempo que desarrolla la acción. Y en este sentido, no nos da ni un respiro. Hay ciertas prisas por llegar al final, algo que se nota sobre todo en el segundo de los capítulos incluidos en esta grapa. Sin embargo el uso de las elipsis está mucho mejor empleado que en la miniserie primera (la que adaptaba la trama principal del juego). El lector puede acabar un poco saturado, pero nunca sentirá que faltan escenas o información.
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