Con este segundo tomo ECC Ediciones concluye la publicación de la serie en solitario de Starfire dentro de la continuidad de los nuevos 52. Al equipo creativo del primer volumen (Amanda Conner, Jimmy Palmiotti, Emanuela Lupacchino y Mirco Pierfederici) se les une Elsa Charretier, que en el mercado independiente ha destacado con su The Infinite Loop (editado en EEUU por IDW) y en DC Comics ha participado en la también inédita en nuestro país DC Comics Bombshells.
Poco se puede añadir a lo comentado en el tomo anterior (Bienvenida a casa). Conner y Palmiotti han orquestado una historia «atípica» para lo que nos viene ofreciendo el cómic de superhéroes de las dos grandes editoriales norteamericanas en los últimos tiempos. Centran sus esfuerzos en conocer a sus personajes y relatar sus vidas desde un punto de vista muy cotidiano. La aventura va de la mano de las relaciones personales, con Starfire como protagonista y testigo.
Los autores dan mucha importancia a la nómina de secundarios, claves para entrar en la dinámica de Cayo Hueso y sus peculiaridades. Pero claro, no podemos olvidar que estamos en una historia enmarcada dentro del género de los superhéroes y Kory no pierde ocasión en mostrar todas sus aptitudes. Esto la lleva a una situación en la que su condición de heroína y sus deseos de vivir una vida sin mayores sobresaltos friccionan entre sí y que Kory tenga que replantearse su lugar.
Cuando alguien tiene unas aptitutes extraordinarias no puede (ni debe) conformarse con una existencia mundana. Su naturaleza especial, para bien y para mal, lo arrastra. Y esto es justo lo que sucede con Starfire, a quien su estancia en Cayo Hueso la ayuda a darse cuenta de quién es, o al menos qué debe hacer para descubrirlo. Así, el aprendizaje de Kory se encamina tanto a las costumbres de los terrícolas como a su propia vida.
El guion tiene mucho sentido del humor, que ayuda a empatizar con los personajes mucho más rápido. Y rápido es el ritmo de la narración. Al igual que en el tomo anterior tenemos pequeñas historias que retratan aspectos muy cotidianos de los personajes, pequeñas conversaciones en las que vemos dentro de ellos cuando no tienen puestas sus corazas. Sin embargo sí que encontramos un par de arcos argumentales más complejos que sirven para dar rienda suelta a la variante más aventurera de la historia.
Deja un comentario: