¡Ya está aquí! ¡Ya llegó! ¡Bendis ya es kriptoniano! Como nos dijo Megamind, cada Yin tiene su Yang y la dolorosa marcha de Brian Michael Bendis de Marvel Comics ha tenido su reverso en la llegada del autor a las oficinas de DC Comics, convirtiendo los llantos en algarabía. Ha llegado, además, a la colección insignia de la editorial: Superman. Y ECC Ediciones se enorgullece en presentarnos las aventuras del hombre de acero escritas por el guionista de Cleveland en formato grapa.
“A veces la ignorancia no cesa nunca, lo cual me rompe el corazón”
Pero cuidado, no vayáis a lo loco a por esta colección sin pasar antes por caja y leer primero la miniserie El hombre de acero, también de Bendis. Que el #1 de la portada no os engañe. La lectura de las seis entregas de El hombre de acero (publicadas por ECC tanto en grapa como recopiladas en tomo) se hacen una lectura imprescindible para entender el contexto de esta aventura y el punto desde el que arranca.
En esta nueva etapa la editorial española vuelve a las andadas y -como ocurriera durante los tiempos de los n52- retoma la costumbre de publicar en la misma cabecera las colecciones Superman y Action Comics, aunque aquí el lapso de tiempo que hay entre las aventuras de una y otra es de unas semanas, siendo los acontecimientos de Superman anteriores a los de Action Comics. ¿Y qué tenemos en esta primera tanda de grapas? Los arcos inaugurales de ambas series USA: La saga de la unidad y Mafia invisible, respectivamente.
En la primera Clark se tiene que enfrentar a Rogol Zaar, el perro de guerra responsable -según él mismo- de la destrucción de Krypton y sacar a La Tierra de la Zona Fantasma, donde queda atrapada por causas desconocidas. En la segunda, Kal debe vestirse de reportero y resolver una serie de crímenes relacionados con el mundo del hampa y unos incendios de los que se le acusa a él. Si bien el arco inaugural de Superman queda más o menos resuelto en estos seis primeros episodios (no deja de ser una historia arquetípica del kriptoniano luchando contra otros seres poderosísimos), aunque dejando interrogantes y dilemas que acompañarán al héroe a medio plazo, el correspondiente a Action Comics tiene un carácter más de prólogo, de ir sentando las bases de una historia que irá creciendo poco a poco, dejándose sentir en los rincones más insospechados y explotando cuando menos lo esperemos (prestad mucha atención a las notas y pósit que abren estos capítulos porque contienen guiños, huevos de pascua y pistas de futuras historias).
La dinámica que siguen ambas cabeceras cambia sensiblemente respecto a lo visto en Renacimiento, invirtiéndose los papeles entre una y otra. Así, al menos en estos primeros arcos argumentales, Superman aborda la faceta más heroica, con el hombre de acero vestido para la ocasión; mientras que Action Comics nos da la oportunidad de seguir de cerca a la identidad civil de personaje, acompañando a Clark en el Daily Planet y dando espacio al rico plantel de secundarios del entorno metropolitano, con Lois a la cabeza.
Disponer de dos series paralelas para narrar las aventuras de Clark Kent le ofrece a Bendis un margen amplísimo para empezar a jugar con conceptos y relaciones ya asentados en la mitología supermanera, poniendo algunos de ellos patas arriba, otros matizándolos lo justo y necesario para abrir nuevos escenarios y, en definita, hacer su magia. Esta doble doble tarea permite al autor desplegar sus armas y mostrar su buen hacer tanto en historias más pegadas al suelo, dando voz a la vida en la ciudad, buscando historias en las esferas políticas y mafiosas que tanto le gusta explotar, como en historias de titanes contra titanes, en las que los humanos somos meros espectadores de contiendas que dirimen el destino del mundo.
Bendis ha cogido muy bien el pulso al personaje y está sabiendo llevárselo a su terreno.
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