Junto a Sigourney Weaver, la 64 edición del Festival de Cine de San Sebastián ha decidido premiar la trayectoria profesional de Ethan Hawke con el Premio Donostia; a la vez, el actor llegaba a la ciudad para presentar la nueva versión de Los siete magníficos dirigida por Antoine Fuqua. Sobre estos temas, así como su relación con Richard Linklater o sus inquietudes artísticas, charlamos con él en esta entrevista.
P: Su vida profesional no se ha limitado únicamente a la interpretación, también ha tenido experiencias como músico, director o guionista, ¿cómo concibe todos estos puntos en su carrera?
R: Cuando me preguntan esto, recurro a una cita de Dennis Hooper -que era de Kansas como yo. Él afirmaba que había una evidente separación en el mundo entre las artes y el resto de la vida: seas actor, escritor, músico… yo siempre me he considerado parte del lado de las artes.
P: ¿De qué etapa artística se siente más orgulloso?
R: De lo que más orgulloso me sentiría sería de la longevidad, ya que no es una única película. Sobretodo le doy gran valor al orgullo.
P: El año pasado iba a ser premio Donostia, pero no vino porque estaba rodando Los siete magníficos, ¿se siente muy deseado por el Festival?
R: Me siento muy apreciado, y sería muy estúpido por mi parte no sentirlo, de hecho recibo mucho más de lo que pienso que voy a recibir.
P: ¿Pensó, tras la concesión del Premio Donostia, que era usted muy joven para recibir un premio a toda una trayectoria? ¿Pensó en rechazarlo por ese motivo?
R: Tuve oportunidad de entrevistar a Patti Smith y habábamos de los premios y galardones, ella me dijo que le encantaban. Intento disfrutarlos y no darle demasiadas vueltas. Llevo treinta años trabajando, así que para mí es un reto y trato de merecérmelos y no pensar en ello.
P: Tiene una relación artística muy intensa con Richard Linklater, ¿cómo se conocieron? ¿Fue amor a primera vista?
R: Yo tenía una pequeña compañía de teatro y uno de los actores de Movida del 76, Richard vino a ver la obra y después salimos todos; recuerdo que estuvimos hablando toda la noche, incluso llegué a casa de madrugada. Me dijo que me iba a enviar un guion y llegó a mi casa el texto de Antes del amanecer que era muy distinto a lo que fue finalmente, incluso estaba ubicada en San Antonio.
P: ¿Cuál es el motor que encuentra para seguir haciendo su trabajo?
R: Principalmente lo mucho que amo el cine, y lo bien que me siento haciendo lo que hago e intento mejorar. También me mantiene el saber que cuantas más aprendes eres más consciente de lo poco que sabes.
P: Respecto a Los siete magníficos ¿cómo se prepara un personaje que sale de una película clásica, tan querida por el público, para que los sectores más conservadores de Hollywood no se le echasen encima?
R: Es peligroso, si interpretas Macbeth o Hamlet habrá quien crea que lo estás haciendo mal, con Los siete magníficos pasa lo mismo: es más que una película, representa un periodo de tiempo y prefiero escoger aquellos valores del pasado que funcionan para darles una nueva vida, simultáneamente prefiero escoger la esencia del pasado y darle una nueva vida.
P: En general, se le considera un icono del cine independiente, ¿cómo afronta trabajar en una superproducción?
R: Nunca había formado parte de algo tan grande, ni en cuanto a presupuesto, ni tiempo de rodaje, pero cuando participa alguien como Denzel Washington las cosas cambian porque normalmente este tipo de películas lo que manda es el dinero, y los que tienen el dinero son los que deciden; Denzel tiene muchísima creatividad, por ejemplo El vuelo podría ser una película pequeña e independiente, pero con él se vuelve algo muy grande, siempre cambia el algoritmo.
P: Después de ver Los siete magníficos da la sensación de que se lo han pasado muy bien rodándola, ¿es por qué es un western, que es algo que ya no está tan de moda?
R: Sabía que me lo iba a pasar muy bien, nunca había hecho algo así -con ese presupuesto, atrezzo, etc.- y sabía que con mi personaje me iba a divertir.
P: Usted ha participado en la trilogía Antes de… una de las grandes obras de la creatividad contemporánea. ¿Con quién del pasado le gustaría haber colaborado? Ya trabajó con Jack Lemmon, relacionándose con otros métodos.
R: Fue una bendición trabajar con Lemmon y normalmente cuando utilizamos obras de Chejov, Shakespeare o Moliere es porque queremos volver a este pasado. Esta película me ha hecho pensar en cómo sería trabajar con Steve Mcqueen. Pero uno de mis héroes es François Truffaut, que tiene una manera muy peculiar de ver el tiempo, es humano sin ser pretencioso.
P: ¿Qué fuerza evocadora tiene para usted el western cuando se habla que es un género que vive en crisis-muerte-resurrección?
R: No lo sé, pero para mí hay algo en el western que está ligado a un mito: un paisaje, una visión de Dios, una forma distinta de ver al individuo enfrentado a la tierra… cada generación hace un western distinto y eso también es interesante.
P: Del mundo del cine, ¿a quién agradecería el premio Donostia?
R: Según me hago mayor me doy cuenta de que no estamos solos, formamos parte de un ecosistema y lo más sano ahí es tenernos en cuenta. El premio se lo dedicaría a Philip Seymour Hoffman, una persona tan maravillosa e increíble como os podéis imaginar.
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