«Cada noche, durante los últimos cinco años, ha tenido el mismo sueño«
Lo cierto es que hay un je ne sais quoi en la manera de narrar de Jonathan Hickman, algo que nos recuerda a Más Allá del Límite o The Twilight Zone (o a la más reciente Black Mirror), que hace que uno sienta que mola sólo por el hecho de estar leyendo uno de sus relatos. Pasa, por ejemplo, con este D.I.O.S.E.S. #3: comienza contándonos la historia de una tal Amelia que resulta ser la quinta personificación en la Tierra del mito griego de Casandra (la mujer que obtuvo el don de la clarividencia a cambio de perder cualquier capacidad de persuasión). ¿Conocemos nosotros de algo a Amelia? Para nada. Pero a lo largo de esta grapa nos va dejando ver pequeños fragmentos de su vida y de su obsesión hasta que, en un gran momento final, nos encontramos con el por qué de la atención del guionista sobre este personaje.
¿Y qué ocurre entre medias? Poca cosa: Wyn y el Doctor Extraño (ver a Stephen como un secundario total en esta trama me hace querer llamarlo continuamente Doctor Extrañado) se reúnen con Aiko y su superior con la historia de los Cisnes Negros (Hickman auto-referenciando a su época pre-Secret Wars con los Vengadores) como telón de fondo para comentar sus descubrimientos en torno a la figura del protomago que casi se carga la realidad en el primer número de esta colección mientras Dimitri y Mia hacen migas en el bar de la Biblioteca de Mundos y conocen a uno de los más poderosos entes del universo, que pasaba por allí a tomarse una copa y a esperar a que el castillo de naipes quie construye el guionista se desmorone justo sobre el punto que a este dios le conviene.
«¿Hace cuánto que un abstracto universal no entraba aquí?«
Lo escrito en los dos anteriores párrafos resume, de manera un tanto críptica para evitarnos spoilers, lo que ocurre en toda esta grapa y sirve para hacer hincapié en lo que trato de contaros. En todo momento, en D.I.O.S.E.S. #3 hay una sensación de despreocupación absoluta que se mezcla con el conocimiento de que todo, absolutamente TODO, lo que ocurre tiene un enorme peso argumental y una gigantesca dimensión en torno a la Marvel más mitológica. Estas dos sensaciones / certezas confluyen en el relato de una manera tan natural que uno no puede sino sentirse atraído hacia ellas, aunque hayamos de confesar a cada rato que no entendemos el cien por cien de lo que está ocurriendo. La escritura de Hickman es tan divertida e interesante que no podemos dejar de leer, aunque nos sintamos perdidos.
Pero es que este autor, al contrario que otros que me vienen a la mente (como uno que comienza por ‘G‘ y termina en ‘rant Morrison‘), suele aclarar todo lo que nos causa dudas en un momento u otro de su relato, haciendo que la historia en su conjunto tenga sentido y que nosotros, los lectores, de repente nos sintamos muy listos si hemos acertado con alguna de nuestras hipótesis o simplemente iluminados al ser capaces de encajar todas las piezas del puzle que el autor nos propone. Es también por esto que estoy seguro de que D.I.O.S.E.S. va a vender mucho más en Panini cuando esté recopilado en un único tomo, pero también es por ello por lo que estoy disfrutando enormemente del reto de su lectura mensual. D.I.O.S.E.S. es, sin duda alguna, una de las series que ‘hay que leer’ del momento.
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