Una de cal y otra de arena. Si en el anterior post relatamos nuestra decepción ante el paréntesis al que parecía llevar Nick Spencer su gran saga como guionista arácnido, ahora da un pequeño pero importantísimo paso adelante. Este El Asombroso Spiderman #34 (publicado por Panini Cómics) confirma lo que ya veníamos sospechando desde hace tiempo.

«Para el Doctor Extraño siempre tengo tiempo«

La pista definitiva ya está ahí. Solo resta por averiguar cuándo abordará asunto y qué consecuencias tendrá (aunque también cabe la posibilidad de que todo quede en nada) para las vidas de Peter y su familia. Tras muchas vueltas, Spencer ha querido premiar la paciencia de su audiencia, aunque sin revelar demasiado. De hecho, para quienes no estén al tanto de lo acontecido con Parker a raíz de la primera guerra civil marvelita y Un día más, la escena que protagoniza Stephen Extraño en estas páginas les pillará de nuevas; generándoles nuevos interrogantes. A pesar de lo cual, la sensación de que, por fin, el argumento de Pariente va hacia algún lado, está ahí.

Por lo demás, la presente grapa (que incluye dos números de la edición norteamericana) sigue rescatando argumentos recientes del propio Spencer. Por un lado, una conversación entre Mary Jane y Peter sirve para que este exteriorice el trauma sufrido por su envite contra Pariente y que ella «revele» (si no habéis seguido su aventura en solitario publicada en tomo como La asombrosa Mary Jane) una inesperada y misteriosa alianza.

Por otro lado, el guionista (junto a Patrick Gleason) nos presenta un nuevo traje y recupera el tono más lúdico para tratar con personajes como J.J. Jameson o Fred Myers en un capítulo que actualiza la relación de Spidey con los medios (atrás quedan ya los tiempos en los que Peter vendía sus fotos al Daily Bugle) y en el que Kingpin redobla su apuesta para conseguir la tablilla ancestral que tanto anhela.

Como veis, este El Asombroso Spiderman #34 nos depara muchas sorpresas y revelaciones, rompiendo la dinámica reciente de la colección.