El Castigador #4

El Castigador #4-6: Corazón vacío

El Castigador #6«Mientras, el adolescente Frank Castle era un tigra atrapado en una granja«

 

Me resulta apasionante leer lo que está haciendo Jason Aaron con el Castigador en la serie que nos está trayendo de cuando en cuando la gente de Panini. El guionista, por fin libre para hacer lo que mejor se le da con una serie no demasiado enraizada en la continuidad marvelita y con el número de personajes justo, está desmenuzando poco a poco al personaje de Frank Castle para dejar al final un núcleo que se parece bien poco a lo que hemos conocido a lo largo de tantos años. Donde siempre se nos contó que Castle era un buen hombre que tuvo un muy mal día, Aaron nos cuenta que no, que eso era una fantasía, que nadie se convierte en una máquina desalmada de matar de la noche a la mañana por muy bestia que sea el trauma que arrastra.

 

Frank Castle era el Castigador incluso antes de saber que tenía algo que castigar. Y esto quiere decir que, antes de saber hacia dónde dirigir toda la ira que lo conduce, un jovencito Frank se dedicó a patear los traseros de todos los gamberros de su instituto a la vez que se iba convirtiendo paso a paso en el clásico perfil que hemos visto tantas veces en las noticias del chaval que irrumpe en su escuela armado hasta los dientes. También vemos que la salvación para Frank no llegó a manos de la que sería su mujer, sino a través del que se convertiría en su único amigo de infancia y contemplamos como su muerte no hace sino avivar unas llamas que simplemente se habían rebajado lo justo para poder encajar entre los demás.

 

«Al fin ves lo verdaderamente perdido que estás«

 

Sin embargo, y volviendo al presente, somos testigos del momento (en El Castigador #4) en que algo se rompe por dentro del Punisher actual, cuando se da cuenta de que los perturbados que han jurado devolverle a su familia están decididos a cualquier clase de barbaridad con tal de ser reconocidos ante sus ojos. Es entonces cuando vemos por un momento a Frank sin el Castigador. Es, como podemos ver en la imagen que sigue a estas líneas, un instante en el que Castle se da cuenta de que toda la rabia y el vacío que lo han acompañado desde su más tierna infancia no eran sino pobres escusas para poder ejercer una violencia que ahora ha escapado a su control. Esto nos conduce a un El Castigador #5 en el que nuestro protagonista comprueba lo hondo que ha caído y lo difícil que le va a resultar salir de donde está en este momento y una sexta entrega en la que el personaje parece abandonarse a una suerte de desesperanza con respecto a sus posibilidades de escapar del jaleo en el que se ha metido.

 

El Castigador #4

El Castigador #4

 

Por encima de todo, el guionista nos presenta la imagen de un chaval profundamente desviado que roza en numerosas ocasiones la psicopatía (terribles son los momentos de Maria tratando de encontrarlo en la estación de tren y de él mirando la foto de su primogénito, incapaz de sentir nada por la criatura que ha ayudado a traer al mundo). La deconstrucción del personaje, convertido en una suerte de icono para la derecha más rancia de los Estados Unidos, está ya casi completa y ahora queda por ver qué es lo que quiere hacer con él la Casa de las Ideas. De esta serie puede salir tanto un héroe redimido como un nuevo villano para el resto de personajes marvelitas.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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