Una de las preguntas que nos hacíamos en Excalibur #12 ha encontrado ya su respuesta, pero por el camino abre otros interrogantes. Panini Cómics publica una nueva entrega de la cabecera comandada por Tini Howard y Marcus To que, aún recuperando el pulso tras los acontecimientos de X de Espadas, se atreve a fijar su atención en las complejidades del multiverso y las Tierras alternativas, así como recupera un aspecto que venía asomando últimamente pero sin terminar de despegar del todo: el malestar de ciertos sectores porque una mutante fuera la defensora de Gran Bretaña.

«Tú y yo somos asesinas muy pacientes«

Tanto la portada de este número como el desenlace de la anterior grapa no dejan lugar a dudas respecto al tipo de realidad en la que la desaparecida Betsy ha ido a parar. Betsy Braddock, Su Graciosa Majestad. El concepto tiene muchísimo potencial, pero Howard no parece muy interesada (al menos de momento) en explorar esta realidad y así se lo hace ver a la propia protagonista, a la que -a través de una carta de su contrapartida alternativa- «recomienda» no hacer muchas preguntas y buscar la forma de volver a su casa lo antes posible.

Por suerte la decepción de no profundizar se queda a medias, pues la autora aprovecha la circunstancia para presentar notorias diferencias (más allá del título nobiliario) que hacen reflexionar a Betsy respecto a su vida y relación con algunos personajes con los que ha mantenido una estrechísima relación estos años.

Este es un número, pues, con cierto fondo de transición. Abre una senda sobre la que se podría avanzar en el futuro, pero las impresiones van enfocadas a una recuperación del Aquelarre Akkaba y sus intentos de desestabilizar a la Capitana Britania y a Excalibur para devolver la pureza a Gran Bretaña y sus símbolos.