«Hablas como si quisieras morir…«
Tras el bombazo que ha supuesto el primer número de la nueva serie de Guardianes de la Galaxia, Donny Cates rebaja el ritmo para poder comenzar a colocar cada pieza del juego donde le corresponde y empezar a definir el tablero por el que se van a mover cada uno de los jugadores. Guardianes de la Galaxia #2 (#65) le sirve al guionista para mostrarnos una primera deserción dentro del grupo comandado (por así decirlo) por Peter Quill y para empezar a establecer un nuevo grupo de ‘villanos’ (siendo nuestros protagonistas una versión muy libre del concepto de ‘héroe’ era lógico que sus antagonistas no terminen de casar en la definición de sus némesis) que se enfrente a nuestros protagonistas en la carrera por evitar el regreso del Titán Loco.
Que Thanos volverá es algo que no dudo ni un segundo, que lo hará en el cuerpo del ser que menos imaginemos es otra realidad que veo clara como el agua, pero no es menos cierto que, mientras tanto, nos esperan unos meses muy entretenidos en los que vamos a tener una historia a tres bandas que pinta la mar de bien. Por un lado estarán Quill y los suyos tratando de proteger a la antigua Guardiana (y actual villana a la fuga) Gamora. La hija de Thanos es la candidata perfecta para la reaparición del villano: por un lado ha sido entrenada por él en persona y fue su brazo derecho durante muchos años, por el otro, también fue la artífice de su muerte, cuando asumió la identidad de Réquiem y se hizo con las Gemas del Infinito en las recientes Guerras del Infinito.
«¿Me he convertido en ti, hermano?«
Por el otro aparece un nuevo equipo, unos Guardianes Oscuros, que (tal y como hiciera el equipo liderado por Osborn) persiguen un ideal tan elevado como puede ser el no-renacimiento de Thanos, pero que tienen motivaciones de lo más diverso y que no dudarán en asesinar a todo aquel que sea sospechoso de poder albergar a la mente del eterno novio de la muerte. Cates junta en este grupo a una serie de personajes tan formidables como olvidados (en su mayor parte) y les dota de una química muy interesante. No tengo muy claro si el equipo resistirá más de una saga, pero el concepto y las posibilidades que plantea hacen que un servidor se frote las manos con impaciencia. La única nota discordante, por decir algo, es la nueva versión de Zorro Estelar a lo Dos Caras. Sus semejanzas con el personaje de la Distinguida Competencia no se limitan al parecido físico, sino que se adivina en él una fuerte disociación de personalidades. Aunque interesante, me parece que es una adición un tanto burda.
En último lugar tenemos a quienes no sólo no quieren impedir el regreso del Titán Loco, sino que están reuniendo las piezas (su cuerpo, su cabeza…) en las que ha quedado dividido el cadáver. La Orden Negra, acompañada por la recién regresada Hela, está armando un puzle al que sólo le falta una pieza: el alma de su señor. Algo me dice que Thanos no regresará inmediatamente al que fuera su cuerpo, pero que éste se encuentre en poder de sus acólitos me hace pensar que (sea quien sea el o la que herede la mente del villano) no será muy difícil establecer la conexión en un futuro entre las dos partes. O eso o Cates simplemente está utilizando el cadáver como una distracción para que en un futuro alguno de los bandos destruya el receptáculo y tengamos a otro grupo de enemigos furioso y potencialmente homicida persiguiendo a los protagonistas de esta colección.
En cualquier caso la cosa pinta genial a tan sólo tres números de haber comenzado.
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