«Me va a encantar matarlo«
Sobrepasamos el ecuador de la saga que bien podría, una vez más, poner patas arriba al recién reformulado universo Marvel. En el número anterior contemplamos como una Réquiem imbuida con el poder del infinito mezclaba y entrelazaba las almas de todo el universo para a continuación pasar a encerrarlas en la Gema del Alma donde su ídem se había quedado encerrada durante tantos años. En Guerras del Infinito #4 continuamos desde ese punto, con un paseo de Loki por el paisaje que ha creado la villana mientras recluta a un variopinto grupo de héroes para ayudarle a portar las Gemas del Infinito y restaurar la realidad al estado en el que se encontraba antes de que todo se fuera al garete.
La gran cuestión va a radicar en el método que utilice este grupos de «héroes». Si se opta por volver al pasado y evitar que lo que vimos en el número pasado ocurra (algo bastante probable teniendo en cuenta los protagonistas involucrados y la presencia de las gemas) nos encontraremos con un nuevo evento a lo Dinastía de M o Secret Wars, en el que unos pocos serían los elegidos para conocer lo que realmente pasó y vivir con las consecuencias, y la principal víctima de este planteamiento sería no sólo obvia, sino la excusa para presentarnos una nueva formación para los Guardianes de la Galaxia (serie ya anunciada, por cierto). La otra opción, continuar desde donde todo se torció con un gran enfrentamiento final de gran poder contra gran poder, puede tener casi las mismas consecuencias, pero serviría para obligar a los héroes y villanos de la editorial a convivir con el conocimiento de todo lo que ocurrió y esto podría plantear interesantes reflexiones.
«Sea lo que sea, ya lo odio«
Al final terminará ocurriendo algo a medio camino entre estas dos opciones y lo único que parece que será una constante será la despedida de un personaje tan interesante como icónico (¿quizás un reflejo de lo que podemos esperar en el cine con Avengers: Endgame?). Aunque lo que se avecine después en la Marvel cósmica pueda ser la mar de intrigante y divertido, lo cierto es que esta solución final supondría un camino de «en medio» que renunciaría a las soluciones y a la curación y que nos devolvería (porque la Casa de las Ideas es así) al mismo personaje años después con los mismos traumas y las mismas obsesiones. Aunque quizás esté yo ahora adelantando demasiado los acontecimientos.
Mientras, en el siguiente número tendremos una nueva búsqueda de las Gemas del Infinito condensada en las treinta páginas de una única entrega, Una tarea titánica que Loki y sus «Vengadores Cósmicos» (¿nueva colección a la vista?) deberán emprender si quieren derrotar a la bestia milenaria que habita la Gema del Alma y escapar de su encierro de camino a un mundo real en el que Réquiem busca romper los límites mismos de la realidad en busca de salir más allá de la creación y convertirse en una nueva arquitecta del tiempo y del espacio marvelitas. Dicho de otro modo, nos espera un nuevo número de transición antes de una última y frenética entrega en la que todo se decidirá en dos o tres páginas. En un par de meses veremos si tengo razón.
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