«¡No sé de dónde vienes, pero en América tenemos todos los dioses que necesitamos!«
La manera de saber acerca de la importancia y la proyección de un evento comiquero nos la suele dar el paso del tiempo y no sé ve hasta que comprobamos hasta que nivel ha influido tal o cual historia en la manera en que se cuentan las cosas unos cuantos años después. La importancia, sin embargo, que la editorial de turno le da a un evento en concreto se puede medir a través de lo que la misma invierte en publicidad, o en el número de series que se ven atrapadas en los sucesos de dicha historia. Rey de Negro afectó a un gran número de series marvelitas, todo héroe se vio de pronto luchando contra un simbionte o siendo pasto de los mismos, es decir, la importancia que la Casa de las Ideas le dio al evento de Donny Cates fue de primer orden. La Gala Fuego Infernal ha tenido eco en todas las series mutantes y ha recibido mención en alguna otra colección alejada de los hombres y mujeres X, ergo ese evento ha sido bastante importante para los mutantes (y sólo el tiempo nos dirá si sólo para los mutantes). Heroes Reborn, por su parte, se ha visto extraída de Los vengadores, no ha tenido tie-ins con esta serie y apenas sí ha dado para publicar una breve colección de one-shots. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
Heroes Reborn sirve para que Mefisto pueda revelarse como la gran amenaza en la sombra de los Vengadores de Jason Aaron (algo que por otra parte ya sabíamos), sirve también para que demos de momento carpetazo al asunto del Escuadrón Supremo de América (a estos chicos, a no ser que los rescate el propio Aaron, los vamos a olvidar pronto) y sirve, por encima de todo, para proveernos de un nuevo integrante para los Héroes Más Poderosos de la Tierra, dentro de la interminable serie de adiciones en que se ha convertido la colección del otrora respetado autor de Scalped.
«Era una bebé cuando anoche la dejé en la cuna«
Y es que las conclusiones de este evento acaban ahí: en la derrota de Coulson, la restauración del statu quo original y en la aparición de una versión pre-adolescente de Marca Estelar. Fin. No hay más. Se siente. Eso y la promesa (¡siempre hay promesas en esta serie!) de algo mucho más gordo entre bambalinas. Algo que, intuyo, ya supo ver hace algún tiempo Khonshu y algo que, es de suponer, sí que supondrá una crisis tan grave como para que suponga un punto y aparte en la colección.
Y que se vaya ya el pobre de Jason a escribir series menos complicadas. Y más interesantes.
En lo que le queda al guionista al frente de esta grapa aún hay espacio para buenas historias, pero el hecho de que la primera de éstas vaya a ser World War Hulka no termina de darme buena espina (quizás lo mejor sea enfrentarme a cada novedad con expectativas bajas). Actualmente hay bastantes autores que podrían darle a esta serie un giro algo más importante (¿una vuelta de Hickman quizás? ¿Al Ewing estaría interesado?), pero hasta que eso llegue nos quedan unos cuantos meses que se nos pueden hacer muy cuesta arriba.
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