La frase que Charles Soule le atribuye a una desconcertada Medusa en la primera línea de este artículo refleja con claridad meridiana el sentir general en torno al evento de Axis. La décima entrega española de Inhumano se ve dedicada a cerrar este vergonzante crossover (en serio Remender, ¿en qué estabas pensando?) a partir de una primera parte en la que Medusa se sumerge en una espiral de locura cada vez mayor hasta llegar al punto de abandonar Attilan a su suerte tras verse «traicionada» por sus más leales súbditos. La segunda parte del cómic (equivalente a Inhuman #11 en Estados Unidos) trata sobre el retorno al statu quo de la colección, demostrando el poco o nulo interés de Soule en trasladar algún tipo de consecuencias de lo acontecido durante la Inversión a su serie predilecta. Él tiene una historia que contar y no quiere que los planes editoriales de Marvel se la estropeen.
Como demostrando lo anterior, mientras Medusa se debate entre su verdadero yo y su versión inhumana de Mr. Hyde, un arrepentido Lector y una Xiaoyi (aka Iso) cada vez más mosca huyen de la corporación Ennilux con rumbo al único lugar de la Tierra en el que dos inhumanos como ellos podrían encontrar asilo y protección… Por su puesto hablamos de Nueva Attilan.
«Si me explota el cráneo, entonces probablemente deberías parar«
La historia de estos dos personajes ha ido ganando enteros con cada nuevo capítulo. El Lector (tan similar y tan distinto a su versión televisiva) está cortado bajo el patrón del clásico antihéroe y derrocha carisma más allá del que han demostrado hasta el momento muchos otros personajes más o menos veteranos dentro de esta franquicia. En cuanto a Iso, viene a completar el cuarteto de los Planetar… nuevos inhumanos (o neohumanos) que le sirven al guionista para narrar la historia desde la perspectiva de los personajes no pertenecientes a la realeza toda vez que necesita esta visión. En el futuro me da en la nariz que van a tener un papel cada vez más importante, pero de momento quedan reducidos al papel de aprendices y protagonistas de historias cortas.
Esto no quiere decir que Charles Soule los olvide o que no sepa qué hacer con ellos. El crecimiento de los cuatro personajes (sobre todo de Iso e Inferno) está siendo espectacular y en muy poco tiempo no sólo han pasado de críos asustados a guerreros, sino que sus historias personales y sus interdependencias han ido consolidándose y ganando en complejidad con cada nueva entrega de la colección. Si a ellos cuatro les sumamos a Coraz… Nur, tenemos a un grupito la mar de interesante de nuevos personaje con los que jugar. A saber si alguno (o varios) de ellos aparecerán en la tercera temporada de Agentes de S.H.I.E.L.D.
«Tú dale la mano a Rayo Negro«
Pero el momento más importante de estos dos números se da al final de Inhumano #10, cuando hace acto de presencia en Nueva Attilan el largamente desaparecido (para quienes no leyerais Nuevos Vengadores) Rayo Negro. El monarca de los inhumanos llega para ayudar en el momento de mayor necesidad de su pueblo desde la caída de la ciudad en la costa neoyorkina y desde que pone sus pies en la nueva ciudad de los de su especie la batalla contra Ennilux deja de tener importancia para dejar paso al reencuentro de Blackagar con la reina Medusa. Este encuentro, que cierra las páginas de Inhumano #11 resulta premonitorio de lo que le espera a la serie (¿o series?) a partir del próximo mes de septiembre en España. Las Secret Wars alumbrarán en nuestro país a la nueva cabecera de Attilan Rising (El Ascenso de Attilan según Panini) y en las páginas de esa colección veremos como el enfrentamiento verbal (bueno, más o menos) entre los dos monarcas crece hasta convertirse en algo más peligroso.
Pero eso será dentro de unos cuantos meses. De momento, el verano se lo va a dedicar Soule a las inquietantes intenciones de Linaje, ese nuevo inhumano que descubríamos en Pecado Original: Compendio y que ha ofrecido sus servicios a Medusa mientras persigue sus propios objetivos. Parece bastante claro que lo que ocurra en la saga que ahora comienza determinará la situación de los inhumanos cuando el Mundo de Batalla haga acto de presencia, pero Soule ha logrado jugar tan bien sus cartas que a día de hoy resulta muy complicado aventurar qué es lo que pretende este extraño personaje y cómo afectarán sus actos al resto de sus congéneres. El guionista de Hulka y La Muerte de Lobezno nos demuestra con cada nuevo número de la colección que hoy nos ocupa por qué la Casa de las Ideas ha confiado tan ciegamente en él.
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