«Parece que no me has conseguido ese milagro«

Cuando Neil Gaiman escribió sobre la muerte de Batman (ver Leyendas del Universo DC) comentó que era muy consciente de la inminente vuelta del Caballero Oscuro en una nueva colección aunque él escribiera sus últimas líneas en el número anterior. Con esta certeza en mente, Gaiman trató de escribir no sobre una muerte, sino sobre todas las posibles muertes del Mejor Detective del Mundo para que su relato pudiera servir por siempre como referente en cuanto a la muerte del héroe en cuestión.

A Charles Soule, estrella en alza con encargos en su haber de la talla de la nueva serie Inhumano, le ha tocado una tarea similar. Con las Secret Wars a la vuelta de la esquina (y el retorno, entre otros, del Viejo Logan), La Muerte de Lobezno que le ha tocado plasmar en cómic no tiene el sentido de permanente que pudiera otorgársele, así que el guionista ha tratado de buscar los ingredientes necesarios para hacer de esta miniserie un monumento acerca del más famoso héroe-antihéroe de La Casa de las Ideas. Para ello el guionista se ha sumergido en el pasado del personaje para conducir al hombre X de vuelta a sus orígenes y darle un final épico a su carrera dentro del actual Universo Marvel.

«¿Te parece lo bastante auténtico?«

Para este viaje, Soule se ha hecho acompañar por uno de los mejores dibujantes al servicio del mutante de las garras de adamántium. Steve McNiven ilustró a un maravilloso Viejo Logan junto a Mark Millar y ahora se encarga de darle a esta breve colección un aspecto soberbio que case con la solemnidad del relato que ha construido Soule. Nada se deja al azar en estos cuatro números y cada detalle de los personajes implicados como de los escenarios por los que se desenvuelven está pensado y planeado de antemano. De tal manera que La Muerte de Lobezno es una miniserie que pide a gritos su relectura y que es un auténtico disfrute para los sentidos una vez que nos hemos quitado de encima la ansiedad del qué pasará a continuación.

La Muerte de Lobezno #1

La historia en sí se veía venir. Con el factor curativo desconectado, Logan tiene la certeza de que se ha abierto la veda para darle caza entre sus enemigos para así poder decir al mundo quién fue el que acabo con la vida del mutante canadiense. Con esta certeza, nuestro protagonista inicia a su vez su propia persecución de quien esté detrás de su cabeza para cortar sus problemas de raíz mientras espera a que sus aliados en los Vengadores o en los otros muchos grupos que frecuenta encuentren una cura a su seña de identidad. Soule ha planificado la historia de manera que esta caza lleve a Lobezno de Canadá a Madripur, a Japón y a lo más recóndito de los Estados Unidos, haciéndole revivir su propia historia a la inversa a la vez que lo enfrenta a viejos conocidos.

«Pensé que si quería pararlo, tendría que pararlo yo«

Así, tenemos un relato que juega con nuestra nostalgia y con todo lo que sabemos sobre su protagonista para llevarlo derecho a una muerte que quizá no sea la que él querría, pero que es la que su carácter guerrero siempre ha pedido. Sobre el carácter mítico de esta obra es algo de lo que deberán opinar las generaciones futuras, pero no cabe duda de que Soule y McNiven lo han dado todo para cerrar el círculo que se abrió hace ya cuarenta años en las páginas del Increíble Hulk. Sí que es cierto que se echa de menos algo más de epicidad en la batalla final que mantiene el mutante, pero es que el universo Marvel entero está conteniendo la respiración de cara a los acontecimientos que están por venir y no es momento para las grandes batallas, sino para los pequeños momentos que se nos quedan grabados en la memoria.

La Muerte de Lobezno #4

Panini ha organizado este evento de tal manera que tengamos en nuestras manos una experiencia lo más parecida a la americana posible. La Muerte de Lobezno ha llegado a nuestras manos en forma de cuatro cómics con cadencia semanal que nos permiten disfrutar (y sufrir) del mismo modo en que los autores lo planearon. Además, este ritmo y el escaso grosor con que dejaría a los cuatro volúmenes resultantes han empujado a la editorial a incluir una apetitosa cantidad de extras en cada una de las grapas que van desde bocetos a un completo seguimiento de las conversaciones entre el guionista y el dibujante a la hora de dar forma a la historia que se traían entre manos. Esto es, además, un experimento con el que Panini trata de ver de qué manera reaccionaría el público español a una serie semanal en nuestro país. De funcionar, volveremos a ver este ritmo de publicación en algún que otro crossover de La Casa de las Ideas, quién sabe si no estaremos dentro de unos meses cada semana en nuestra librería especializada esperando a que salga el próximo capítulo de Secret Wars.