«Sabes perfectamente en qué más pienso«
¡Uf! Flojo, muy flojo número el de este mes en esta doble cabecera. Tanto que me ha costado leerlo del tirón sin soltar un bostezo o dos. Los focos en esta nueva tira de entregas están puestos en otras partes (ya no sólo es que haya un bodorrio de por medio, sino que Patrulla-X ha venido a reclamar su lugar de importancia en la Casa de las Ideas) y la subida de precios de Panini, ocasionada por el encarecimiento brutal del papel de los últimos años así como de las sucesivas crisis, no es la mejor aliada cuando lo que sacas a la venta es una serie doble con su consecuente aumento de precio y ésta no termina de carburar de la manera en que uno podría llegar a suponer dada la gran importancia de los sucesos que nos son narrados en estos dos títulos.
El problema con Inmortal Patrulla-X quiero creer que es puntual y sólo de este mes. La serie que escribe Kieron Gillen se dedica en esta entrega a caminar en círculos en lo que a Krakoa se refiere, con Shaw tratando de hacerse con sus recursos mientras que Xavier la defiende como su particular ‘mausoleo’ mutante y simplemente a caminar en lo que a los mutantes que atravesaron los portales por mandato del profesor X concierne. La primera parte es repetición de cosas que ya hemos leído y, por tanto, carece de mayor interés. La segunda, aunque me plantea una serie de ideas muy interesantes de cómo sobrevivir en el desierto si tienes a mano a un buen puñado de mutantes, vuelve a temas que me dan un poco por saco (qué rápido me he cansado de Madre Justa pese a lo mucho que le pueda gusta a este guionista) y no termina de convencerme el final de la travesía en el desierto que nos propone el autor.
«Arakko. Ha pasado muchísimo tiempo. ¿Podemos entrar?«
En cuanto a Patrulla-X Roja… Para mí la serie de Al Ewing prácticamente echó el cierre durante los nefastos acontecimientos de V. X. E. – El Día del Juicio. Si allí asistíamos a una verdadera Masacre Mutante (ríete tú de lo que pasó en la Gala Fuego Infernal de 2023), lo que ha venido después ha consistido en los últimos coletazos de un planeta que va camino de volver a ser un desolado páramo rojizo a dos paradas de distancia de la Tierra. La guerra que ha propuesto el actual guionista de Veneno me va interesando un poquito menos cada día y su narrativa me está resultando de lo más confusa, con lo que tampoco es que termine de entender lo que está ocurriendo y quién narices va a ganar la contienda.
No ha sido este el mejor mes para engancharse a esta doble grapa, la verdad, pero tampoco parece que esto vaya a prolongarse demasiado (ya hay nuevos planes para los hombres y mujeres X para después de esta Caída de X y antes de ello tendremos otras dos nuevas miniseries). Con todo, me apena que se baje tanto el listón en dos series llamadas a ser la referencia mutante durante años Y más aún con lo cara que está la vida.
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