«Continuaréis vuestro trabajo aquí sin mí. Tengo una nación que dirigir«

El turbio número de Lobezno de noviembre dio en enero paso a una quinta entrega de la colección que, lejos de adentrarse más en la siniestra trama vampírica en la que tanto Jason Aaron como Benjamin Percy están invirtiendo, se convirtió en un cómic de paso que sí, contaba algunos detalles más que de lo que ya sospechábamos, pero que se quedó lejos de la intensidad que le podíamos percibir al asunto cuando tuvimos a Logan de visita por Europa. Está claro que todo el asunto de los chupasangres terminará volviendo a resurgir (Drácula sigue reuniendo tropas en Chernóbil y a nadie parece importarle esto un pimiento), pero por el momento la proximidad de X de Espadas ha hecho que el guionista tire de la palanca del freno para no dejar nada a medias en esta historia.

Así, el cómic de este mes nos habla de la manera (un tanto absurda) en que Lobezno se libera del bloque de hielo en el que Rojo Omega lo apresó en la entrega anterior y de los planes que tiene el príncipe de los vampiros para las despobladas regiones del norte de Canadá. El plan es simple: infectar y convertir pueblos enteros para luego llevar a sus habitantes a grandes ciudades para que se alimenten y sigan propagando el mal de los vampiros, haciendo con ello crecer a la nación que está emergiendo otra vez desde el este de Europa sin que tenga que estar su máximo dirigente directamente implicado en la propagación de este mal.

«Es como una canción que no quieres escuchar«

Lo cierto es que, como no podía ser de otra manera, esto me hace pensar en la época que estamos viviendo. Sólo que en lugar de que los infectados de covid-19 viajen de zonas despobladas a grandes núcleos de población, es justo al revés: cada vez que se relajan los confinamientos decenas de miles de infectados viajan desde las atestadas (y descontroladas) ciudades a los pequeños pueblos y, claro, la infección se propaga cada vez más. Si algo se ha afianzado en mi cabeza desde que todo esto empezó hace ahora doce meses es el hecho de que las ciudades sacan lo peor de cada uno de nosotros, contribuyendo a que dejemos de pensar en los demás (a esto también ayuda un sistema social, político y educativo basado en la individualidad) y empujándonos a huir de ellas ante la menor oportunidad, sin que nos importe demasiado lo que llevamos con nosotros a nuestros familiares y amigos de otras regiones cada vez que cruzamos las fronteras de nuestra Comunidad.

Lobezno #5 (#105)

Me da en la nariz que todo este tema de la Nación Vampírica se estaba cociendo en Marvel para hacerlo coincidir con el estreno de Morbius en cines, cosa que no sé si ocurrirá dado el interminable carrusel de atrasos y cancelaciones al que se se enfrenta la industria cinematográfica desde hace un año. Sin embargo, dada la actualidad perenne con la que cuenta una trama de estas características, espero que cuando los mutantes dejen de zarandear las espadas a Logan le dé tiempo para volver a ponerse con esta historia y veamos de una vez qué es lo que tienen pensado en la Casa de las Ideas para el regreso de Drácula y sus lacayos.